Una tarde más y descanso que lo necesito. Esta semana del martes pasado hasta ayer miércoles sólo dos días he permanecido en casa sin salir a escalar y ayer lo noté, no sólo yo ya que Lega también. Y es que anteayer la paliza fue seria y ayer lo pagamos en forma de cansancio brutal. De hecho hoy aun tengo los hombros doloridos y cansados que no podía ni vestirme esta mañana. Ayer, a parte de Lega y yo también formaban parte del comando el gran Cabe, Bote, Mario, Cristian, Fredi y Jesús Broder y como venimos haciendo últimamente nos hemos acercado a la Jungla a probar esas dos líneas que están todavía sin hacer y a tenor del éxito de ayer, habrá que volver otro día. Quizás las infravaloramos porque lo que es ayer las condiciones meteorológicas eran muy buenas. La tarde fue excelente desde que llegamos hasta que nos fuimos, no hizo calor y el vientecillo te predisponía para la práctica del bloque, sin embargo nuestros cuerpos no. Arrastrón total desde el primer bloque, donde ya calentando veía que el cuerpo no hacía lo que mi mente le decía.
Cooper disfrutando de la tarde y de las vistas desde la parte alta de la Jungla.
Cabe en "Old Ladies" una línea plaquera con reminiscencias Bleausard que abrimos hace unos años a la vuelta de un viaje a Fontainebleau y estaba dedicada a una ginebra medio colonia-medio gasolina que compramos ahí y que se llamaba así.
Cristian fue quien más cerca anduvo de la F.A de "Vapporetta" sin embargo ese dinámico que no se puede probar más que cuando llegas a él estuvo dando guerra y de momento no es que no salga la línea es que no hay ni plan A ni plan B ni plan C sobre su beta.
Cristian de nuevo probando otra de las líneas que todavía no tienen una primera ascensión, un muro plaquero, algo tumbado pero no tanto para ser un tumbarral, con algún dibujo en forma de regletilla y que demanda mucha adherencia. Como Talo no se mueve del patio de su casa me parece que este año no vamos a ver su ascensión. Y es que un poco más arriba de donde está Cristian es donde hay que empezar a navegar sin rumbo claro en un océano de roca granítica. Esta vez fue el cuerpo y no la tarde lo que ya no daba para más por lo que poco a poco la gente iba desapareciendo y nosotros enfilando el rumbo a casa de nuevo. La paliza que llevo hoy no se puede explicar con palabras.
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