Hoy teníamos Grandes Planes en la cabeza que se han ido gestando en el coche conforme nos acercábamos, como no, a Castillo de Bayuela. El objetivo de la tarde era subir al sector Belmez y probar "Grandes Planes", una pedazo de línea que probamos hace años y como no habíamos vuelto durante mucho tiempo Lega y yo nos hemos acercado para buscar motivación en lo nuevo. Aunque antes nos hemos dado un buen tute en las dos líneas que están justo debajo y que ya hicimos en su época.
En "El País de la Salamanquesas", con una buena foto de Lega, donde tras unos movimientos en canto comercial se pasa a una salida apretada sobretodo con dos crashpads, un portero y una roca amenazante en el suelo justo debajo del paso tonto, y duro, de la salida.
Lega en la línea vecina, a su derecha, "Baba O'Riley", que es lo contrario, unas brazadas largas a canto más pequeño y tensión para una salida algo más fácil. La entrada ahora, si no nos equivocamos, rompió y ha quedado algo más dura. De ahí nos movíamos a por la piedra preciosa más importante de esta lujosa corona que era "Grandes Planes". Exactamente no recuerdo cuantos años hacía que no volvíamos por aquí opero seguro que estábamos más fuertes porque recordábamos movernos más y mejor.
Lega en pleno desplome por donde pasa la gran línea del sector "Grandes Planes".
De nuevo Lega en "Grandes Planes" desde otro punto de vista donde se aprecia también la magnitud de la línea y como he dicho anteriormente, hoy en la elección del objetivo de la tarde hemos tirado de grandes planes y no nos hemos meneado en condiciones. Y es que cada vez somos más viejos, más flojos y más chorchas y en los desplomacos de regletas sufrimos como si lleváramos el ancla del Titanic en el bolsillo.
De nuevo Lega en "Grandes Planes" desde otro punto de vista donde se aprecia también la magnitud de la línea y como he dicho anteriormente, hoy en la elección del objetivo de la tarde hemos tirado de grandes planes y no nos hemos meneado en condiciones. Y es que cada vez somos más viejos, más flojos y más chorchas y en los desplomacos de regletas sufrimos como si lleváramos el ancla del Titanic en el bolsillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario