Al conocimiento se llega por el exceso, esta frase salida de boca de Lega en una mesa de bar después de una buena dosis de comercio y bebercio no tiene desperdicio. Aunque antes todo ha empezado con otra salida desesperada entre chubascos con rumbo a Castillo de Bayuela de nuevo donde siempre se puede hacer algo en estos casos. Lega, Nuria, Bote, Fran, Naranja y yo nos juntábamos de nuevo en la Jungla Alta y nos poníamos a calentar rápido debido a la constante amenaza de lluvia. Tras los bloques más fáciles nos metíamos en "Verdades como Puños" que el otro día hacíamos por primera vez ya que al ser desplomado el constante chispeo dejaba tan solo la salida húmeda pero ya sobre buen canto.
Nuria más estirada que la pensión de un abuelo en "Verdades como Puños" bajo la atenta mirada de dos grandes de Talavera, Bote y Fran.
Fran en la línea vecina que hemos hecho Bote y yo entrando sentados. Al rato, cuando pretendíamos ir a por otras mandangas que teníamos en mente ya empezaba a llover en serio y nos retirábamos al bar donde ha salido la frase tan profunda que encabeza este post. Y es que al final es verdad y si no que nos lo digan con Bayuela, que ya nos saludan hasta los bloques cuando pasamos.
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