Después de 3 fines de semana en los cuales no hemos podido ir muy lejos porque tenía mandangas de trabajo por hacer, una vez el jueves me quité toda la tensión llegaba el momento de decidir donde ir el finde. La verdad es que hablando con Rupert acerca de la inminente llegada pausa veraniega en Albarracín, le comuniqué a Ula la propuesta de Rupert y el viernes poníamos la furgoneta rumbo a Albarracín esperando que las temperaturas fueran medio benévolas con nosotros. Por la noche en Dornaque no poníamos fuera a la fresca saborear el silencio y la soledad. Al rato llegaban Los Rupert al completo y compartíamos una cerveza más y luego nos íbamos a dormir ya que sin madrugar mucho se pueden todavía rascar 3 o 4 horas mañaneras. El sábado por la mañana no tuvimos ninguna duda al poner las cartas sobre la mesa y ver que los 4 encontrábamos que subir a techos en busca de viento era una buena opción. Y así fue, tras una subida sin ser muy calurosa llegamos al pasillo deseado nos pusimos a calentar hasta que tras unas líneas se metió el sol.
Ula en el clásico "Mambo de Hombro" otro de los bloques buenos que hay perdidos por Techos fuera de la autopista principal.
Ula incitada y a la vez presionada por marina y por mi se metió con todo en "La Placa de Raquel", un liniote clásico conocido por sus regletas. Y prometió que volverá en cuanto las condiciones meteorológicas sean benévolas. Hoy por la mañana hemos flojeado un poco en el horario y puesta en marcha y el calor se nos ha echado encima aunque en Mezquita hemos estado muy bien a la sombra pero luego a las horas centrales del día el calor pegaba y Ula y yo hemos aprovechado ese patrón ya para recoger e irnos hacia casa. Ahora vienen esos dos meses en los que dos días antes del finde hay un estudio intenso de meteorología y geografía para encontrar un destino.
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