Una vez más tocaba puente multitudinario y el secreto es llegar al equilibrio entre que te guste escalar en un sitio concreto y al mismo tiempo esperes que no haya mucha gente. En principio yo quería ir a Villanueva del Rosario, de donde me declaro sin tapujos fan absoluto, a Ula no le desagradaba la idea y además introduje la palabra Bolonia en mi plan. El finde pasado en Valcorchero hablando con Cabe fue cuando le presenté mi plan y no solo me encantan ambos sitios sin que además me encantan mis amigos los Malaguitas, todos y todas. De primeras Cabe me dijo que Bolonia si unos días si íbamos y le conté mi plan. Llegamos el martes por la noche a Villanueva del Rosario, el miércoles y jueves donde lo partimos y por la noche nos vemos en Bolonia un par de días y nosotros volvemos a Villanueva.
La realidad es que el miércoles amaneció en Patagonia del Rosario todo empapado, lloviznando y sin vistas de mejorar, quizás incluso empeorar. Ula y yo decidimos subir hasta arriba por un camino para darnos un pateo y luego bajar por el medio del caos para identificar bloques y controlar la escuela no solo en el tiempo, también en el espacio. Hablé con Cabe que andaba en Espiel con Moni y me dijo que sabía como me molaba el sitio pero que fuera realista y así que cambiamos de plan y al día siguiente pronto no s encontramos en Bolonia y tuvimos una tarde brutal. Después de un puto día bajo la lluvia y la niebla, en Bolonia disfrutamos de un día brutal con temperatura suave pero fresca gracias al viento. También había llovido mucho pero secó muy rápido.
Bolonia, el faro de Punta Tarifa, el norte de África detrás, un espectáculo visual del cual estuvimos gozando el miércoles y el jueves.
Cabe desde que entrena y va al roco ha mutado a clase Partidor.
Un bloque en el cual estuvimos pasando un buen rato y no había hecho las anteriores veces (Foto de Ula).
Cabe se metió en el zurrón unas cuantas líneas y esta línea fue una de ellas, donde destapó el tarro de las esencias.
Cooper se lo ha pasado tan a lo bestia como nosotros, quizás también porque el paraje es brutal. La duna de Bolonia siempre es visible desde cualquier punto.
No hay día de escalada sin foto de Ula y Cooper y es que ya sabemos 1 año, 52 findes, 104 fotos, no quiero ni pensarlo.
Cabe en una de las líneas clásicas del famoso arco de roca de El Helechal. Tanto Cabe como Ula tenían pendiente la línea del techo del día anterior y en los dos primeros pegues ambos se dieron cuenta que la fuerza no funcionaba tanto como deseaban y es que estábamos fundidos del día anterior.
Ula en uno de los pegues donde se dio cuenta que no ¡iba a llegar a la salida como hacía el día anterior. De ahí nos fuimos a otros bloques que mono había hecho y me llevé aun 3 líneas más al bolsillo. Otra vez regresábamos a las furgos fundidos y ahí nos despedimos, ellos se quedaban más y Ula y yo volvíamos a Villanueva del Rosario donde habíamos quedado con Javi, Aída, Javi Canijo, Pepillo Tomates y Silvia. Y nada más llegar el viernes a las 9 de la noche el sitio hacía honor al mote que le puse, Patagonia del Rosario porque la niebla era brutal y la humedad la que uno quiera imaginarse. Sin embargo, haciendo gala de su mote otra vez el viento hizo su magia toda la noche y parte de la mañana y en seguida nos pusimos para arriba como las cabras.
Javi, nuestro anfitrión, se anotaba un tanto con "Supercoco" sit start, unos movimientos que endurecen bastante la versión de pie.
Cooper siempre atento al camino de subida por si se acerca alguien, aunque parezca que esté observando el Torcal de Antequera al fondo.
Ula va mejorando de su rodilla y empieza a escalar feliz y eso le llevó a hacerse con "El Fantasmiko" que era un desplome escarbado en las rocas pero con unas presas increíblemente ergonómicas que hacían de el otra buena línea.
Pepillo Tomates se ponía serio tras calentar y también se hacía con con "Supercoco" sit start en un derroche de pundonor del cual atesora toda la fauna local. Tras haber hecho unas buenas líneas tanto de calentar como de apretar yo me veía cansado como para afrontar mis proyectos y le dije a Ula que pensara en un bloque ya de los de lista que no requiriera grandes gestas de su rodilla izquierda. Y me dijo: -Quiero probar "El Enchufe" pero tú ya lo hiciste e igual no te apetece ir-. Yo ya andaba cansado a final de día y de los dos días anteriores y le dije que por mi bien. Primero estuvimos un rato solos y luego bajaron el resto para matar el día ahí.
Ula en tensión máxima en uno de los buenos pegues que le dio a "El Enchufe" pero finalmente no pudo con esta buenísima línea que acaba con un paso de equilibrio y punto 0. Le dije que hiciera la línea de la izquierda que también era muy buena y algo más fácil y como hoy no hemos escalado sería una buena forma de finalizar el viaje. Y así hizo. Hoy nos hemos levantado ahí arriba en El Roao con un cielo azul y sin viento pero nos teníamos que ir para casa y bien que hemos hecho porque los atascos han sido dignos de un puente así donde todo el mundo se mueve. Yo creo que la mitad de Madrid estaba en Málaga.
