Después de la pausa propiciada por la ola de calor en Chequia, eso si aquí son de 33 grados, pasamos por Rumia 3 días en la costa del Mar Báltico que es la ciudad natal de Ula. Íbamos a ir de todas maneras a medio viaje pero cambiamos de plan por las condiciones meteorológicas. Finalizada la estancia familiar nos volvimos hacia Chequia de nuevo, esta vez tocaba Ostaš donde también estuvimos hace 4 años y me gustó mucho. Sin embargo en Rumia anduvimos escalando en un rocódromo al aire libre público donde el hermano mellizo de Ula, Bartosz, suele llevar a sus hijos y ahí estuvimos pasando la mañana con más de 30 grados pero que para ellos incluso les mola porque aquí las nubes suelen cubrilo todo siempre.
Ula y Bartosz como buenos mellizos y gemelos demostrando que suelen ser iguales. El domingo por la tarde dejábamos Rumia rumbo a Batorówek que es una escuela pequeña de bloque de arenisca pegada a la frontera con Chequia, de hecho está dentro de una lengua de tierra polaca en el interior de en lo que son el sistema montañoso de los Sudetes Checos. Ayer estuvimos escalando ahí donde la verdad es que me pareció una muy buena escuela con más de 350 líneas de todos los grados y tipos de escalada, con desplomes, muros, espolones, aristas y techos. Anduvimos haciendo los clásicos que además estaba todo lleno de magnesio porque el finde había sido puente y la afluencia de los escaladores de las ciudades cercanas había sido considerable. Afortunadamente, por otro lado ya que estos bosques tan cerrados y más este por estar todos los bloques en cara norte hace que sin magensio y con verdín no se sepa si hay un bloque.
Ula en "Leonardo" que fue nuestra primera línea en la escuela que además de ser nueva para ella, para mi era mi primer bloque polaco.
Otra buena línea que hicimos y que nos costó algo más fue "Kancik" (Foto de Ula) pero para mi escalar a 13 C cuando salí de casa a 43 C me produjo un placer indescriptible, incluso viendo a Ula con chaqueta que llevaba pensando en porqué las habíamos traído. Pero es que hace 4 años llovió cada día, a pesar que escalamos cada día que quisimos escalar.

Ula en "Satysfiction" que fue otro de los recomendados que hicimos. Conforme caía el sol, sin ser aun de noche, cada vez se veía menos dentro del bosque. Aun anduvimos escalando hasta que se hizo de noche total que dentro del bosque era como un agujero negro y nos habíamos dejado los frontales en la furgo pero afortunadamente estábamos a 5 minutos. Hoy hemos llegado por fin a Ostaš y ahora en un rato vamos a escalar, dentro de otro bosque cerradísimo.
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