Y ayer por la tarde cuando Lega, Dani y yo estábamos de camino a Castillo de Bayuela alguien sacó en la conversación que podíamos acercarnos a un sitio nuevo en El Real de San Vicente, un robledal cerca del pueblo donde habían visto los locales unas rocas interesantes. Bien, resulta que tras la visita puedo constatar que es otro sector categoría NVN (No Vuelvo Nunca). Parecía una jungla de hiedras donde estaban las 7 Plagas Bíblicas esperando para castigarte por algo malo que no sabemos aun si habíamos hecho. Si, las 7 Plagas Bíblicas en forma de calor, bochorno, mosquitos, roca frágil, incomodidad, hiedra por todos lados y garrapatas. Pero como buen sector catalogado con 5 cacas sonrientes de whatsapp, categoría especial, había una plaga aun peor que superaba las 7 anteriores y era también de categoría especial, la mosca del roble. Ese peculiar insecto que se te mete por todos los orificio del cuerpo buscando tan solo tocar los cojones y evitar que estés a gusto dentro de la incomodidad ya de por si intrínseca. Sin embargo, no todo iba a ser tan negativo puesto que de entre toda la roca existente por lo menos dos líneas se salvan, aunque me mantengo en mi decisión NVN.
La verdad es que todavía es pronto para irse de exploración en busca Ítaca para pasar el verano a gusto y creo que todavía queda un mes donde se podrá apretar con más o menos condiciones decentes.
Lega en la entrada de una de las líneas de ayer "El Gran Topacio", quizás para mi gusto la única interesante. Me permito el lujo de ser sincero y no vender ni motos ni humo sobre la zona, yo lo tengo claro. Un típico muro que estaba cubierto de hiedra y vegetación que no es ni fácil ni difícil pero que aun estaba sucio, aunque eso no fue un impedimento para Dani que fue el único que lo hizo a pesar que los cantos estaban aun sudorosos y llenos de tierra.
Lega en el momento de afrontar la salida de "El Gran Topacio" donde todos menos uno nos dimos la vuelta.
Dani en uno los momentos de tensión en "El Gran Topacio" cuando vas al canto desde el cual empiezas a gestionar la salida.
Dani si que no se dio la vuelta en "El Gran Topacio" y salió por arriba dignamente como muestra de lo que es, un auténtico pata negra. Y así, finiquitamos la tarde en el sector nuevo de El Real de San Vicente, sector NVN (No Vuelvo Nunca), sin acritud porque ya sabemos que quien no arriesga no fracasa.
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