Empieza la temporada de la búsqueda absoluta de la fresca, como se diría en algún pueblo. Este finde pasado estaba marcado a fuego en el calendario porque hacía mucho que no salía con Cabe y Moni y decidimos que les enseñaría Grado del Pico por eso de cuando lo necesiten y quieran. Además de ellos, Ula y yo también aparecieron Jesús, Ismael y Coco además de un par de grupúsculos de escaladores para hacer deportiva. De hecho nosotros teníamos la intención de escalar con la cuerda en las vías el sábado y bloque en el Sector Gran Torino el domingo. No se hable más, todo se cumplió a la perfección. Sobre la escalada deportiva el sábado no hay fotos y habrá gente que sorprendida no crea que a veces hago deportiva pero puedo asegurar que llevo un número de dos dígitos en cuerdas fundidas a lo largo de mi vida.
El domingo subimos al Sector Gran Torino donde yo tenía mis dudas que el Cabe pudiera acompañarnos en esa pequeña subida, siempre y cuando no te acaben de operar del pie y estés en proceso de recuperación. Pero mi LAL/LAF destila olor a outdoor desde Kms de distancia, de hecho es la montaña es la que se pliega a él. Al tema que se me va, ahí dejo las únicas fotos que hice.
Ismael como todos los que son fisios old school va sobrado de fuerza en los dedos y disfrutaba en esa mezcla de caliza rara con agujeros y regletas.
Si alguien disfruta de verdad en esta época donde ya hace calor para escalar pero todo está aun verde y húmedo es Cooper.
De los dedos de Jesús no voy a hablar porque da lo mismo, aprieta igual con las pestañas. es un auténtico Todo.
La polaca otra que tal, Ula se hizo rápidamente con la primera línea desplomada, Moonboardera y muy estética en su versión de sit start demostrando que está empezando a coger la forma para las vacaciones. La jornada transcurrió motivadora para los que escalamos, a la fresca como buscábamos hasta que a eso de las 15h el sol ya empezó a dar y fue cuando recogimos y nos dirigimos al campo base a por un baño en el rio. Por supuesto yo ni pasé de las rodillas ya que el agua fria y yo no somos amigos. Recogimos y pusimos rumbo hacia la embajada polaca en Madrid donde Ula tenía que votar.
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