Seguimos en una semanas que si bien ya hace calor, aun no ha entrado el verano meteorológico. En este fin de semana las previsiones meteorológicas eran muy funestas y de hecho todo el mundo tenía clarísimo que no iba a salir porque daban lluvias en todos lados. Finalmente el viernes no salí a ningún lado porque nadie quería arriesgar y dormí en casa y el sábado por la mañana me desperté más o menos pronto y estuve haciendo cosas de trabajo en casa. Hasta que a eso de las 13h me hice algo de comer y como estaba sólo cogí a Cooper y decidí que me iba a Alcolea del Pinar y en menos de dos horas me planté en el Farallón Gris. Cuadno llegue acababa de caer un chaparrón y la hierba y las salidas de los bloques estaban bastante mojadas aunque aun así estuve escalando un rato pero como la arenisca es tan blanda vi que podía llegar a desgraciar unas cuantas líneas. Un par de horas más tarde cayeron unas mínimas gotas pero fueron suficiente como para que yo ya estuviera satisfecho, recogiera todo y junto a Cooper nos fuéramos a nuestro campo base en la zona donde estuvimos relajados, cenamos y nos fuimos a dormir.
Hoy me he levantado pronto y tenía un mensaje que Radu estaba de camino junto a Jeico, Ana y Germán y que si me apetecía ir al Farallón Gris y por supuesto he asentido porque ayer hubo líneas que no pude probar por altura, porque estabn mojadas y sobretodo porque estaba solo.
Ana luchando contra "Osos Polosos" una buena línea de calentamiento.
Radu echando fichas en "Manifest" su némesis del sector y parece ser que hoy también se vuelve sin el preciado trofeo.
Un gran clasico de Cooper, sombra fresca y a descansar.
Jeico en el exigente primer movimiento de "Sysiphus".
Sin embargo, no sólo es dura y exigente la entrada en "Sysiphus" si no que también tiene unos movimientos después de bastante intensidad donde Radu ha demostrado el porqué de su core labrado a base de planchas con el skate. El calor sin ser muy bestia empezaba a notarse y eso más de veintipico grados junto al bochorno de las nubes de tormenta nos propocionaban una sensación muy gorrina y los cantos parecía que les habían restregado un torrezno por encima. Finalmente yo he recogido ya y me he vuelto a casa porque no me apetecía esperar hasta las 18h para seguir escalando. En verano hay que sobrevivir, sólo sobrevivir.
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