Fin de Fiesta

Ya ni recuerdo en que día estamos pero la cuestión es que nos habíamos quedado en Apremont el miércoles pasado. Pues el jueves siguiente volvimos a tener otro puto día de cielo azul como de costumbre este año y volvimos a acercarnos a Franchard Isatis donde tenemos los clásicos temas pendientes de siempre,. Además el primer día del viaje cuando fuimos ahí estábamos algo bisoños y cansados para grades gestas por lo que teníamos ganas de volver ya rodados en la arenisca Bleausard. L sorpresa fue que incluso en jueves estaba pegado de guiris como nosotros además de franceses y había poca opción para establecerte en bloques de renombre debido a la masificación. Lidia, Marieti, Lolo, Mayte, Lega, Farid y yo empezamos con un calentamiento circuito y rápidamente subimos un peldaño pasando a los números 50 del circuito rojo del sector a la espera de poder enfrentarnos a algún objetivo pendiente que estuviera libre.

Ahí conocimos a entre otros al fenómeno local de 11 años de edad, Tristan y su padre Pierre con los que estuvimos un buen rato compartiendo bloque. En la foto en el rancio 54 rojo.

Lidia tença muy claro que iba a Isatis para hablar de su libro que no tenía otro nombre que el mítico "Alta".

Sin embargo, fue Marieti quien sin casi hacer ruido se embolsaba con esta joya de alta dificultad de Isatis, por supuesto fiel a su estilo escaló el bloque descalzo. Como todos los jueves en la plaza del ayuntamiento de Arbonne-La Forêt está la furgoneta de las pizzas y esa fue una buen excusa para celebrar la buena jornada. Ya de paso despedirnos de los días de sol porque la previsión meteorológica del viernes hacia adelante era nefasta en cuanto a lluvia. El viernes por la mañana aceleramos el paso porque ya vimos que efectivamente estaba nublado y a eso de las 13h tenía que empezar a llover. Decidimos ir a Rocher aux Sabots a ver de cuantas horas disponíamos al final para escalar antes de la aparición de la lluvia.

Farid y Cooper tuvieron su momento en el sector. 

Mayte en uno de las bonitas líneas que hicimos donde al final acabamos escalando 15 líneas de dos circuitos diferentes hasta que empezó a llover y con ello ya finalizaba nuestro viaje, puesto que habíamos adelantado la vuelta a casa al sábado por la lluvia.

Lega con su mítico ¡Five! Así finalizaba nuestro viaje, tras 15 días en Fontainebleau, 12 de ellos de escalada repartidos en 3 bloques de 4 días. Estoy seguro que en lospróximos años tardaremos en volver a encontrar un viaje con una meteorología tan buen pero finalmente los que vamos a Fontainebleau ya sabemos a lo que vamos. otras veces nos ha tocado escapar con el rabo entre las piernas pero esta vez los planes han salido bien.