Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

15 ene 2018

La Caída de "El Picaflores"

Hay líneas que son proyectos los cuales alcanzan una categoría de mito y generalmente es a causa de su carácter psicológico. Hoy hemos asistido a la caída de "El Picaflores", nombre perfecto para esta antigua línea sin hacer de Ignacio Mulero. Uno de estos mitos a manos de Beto, que anda algo loco por Castillo de Bayuela como él mismo reconoce. Lega, Cabe, rodri, Naranja, Cristian, Lolo, Mayte, Esther, Bote, Toni y unos cuantos más andábamos por el Sector Arroyo en otra de las tardes locas de entre semana
La cosa empezaba con otra visita al sector de moda, donde nos quedan unos proyectos personales por hacer y tras calentar en los clásicos del Canto Mariano y antes de ir a por faena. No tengo más fotos que las que colgaré porque primero he estado calentando y luego en pico de ginseng intentando hacerme con "El Furtivo" al cual deberemos volver todos los asistentes de hoy menos Cristian. Así que sólo tengo fotos del momento intermedio de la tarde donde mientras descansábamos hemos sido testigos de primera mano del encanede más reseñable de los últimos tiempos en esta escuela.


Beto en los primeros movimientos de "El Picaflores", el cual ha estado probando con la cuerda hasta que nos ha dicho -¡Voy para arriba!-. Tampoco es que necesitara muchos porteros pero si que necesitaba crashpads. De hecho al segundo pegue serio salía por arriba.


Beto en un bloqueo largo de la sección intermedia de "El Picaflores" yendo a por todas, aunque en el primer pegue caía arriba del todo.


Beto en los últimos movimientos de "El Picaflores" llevándose así una primera ascensión que podría llevarse el Crashpad de Oro de la escuela bayuelera en 2018. Una vez ha concluido el trabajo nos movíamos hacía "El Furtivo" y "Cañadillas" dos de los bloques que se han puesto de moda últimamente. 


Totalmente enrabietado en "El Furtivo" (foto de Lega) donde Orange y yo lo hemos tenido cerca y Cristian lo hacía rápido, aunque nosotros hemos encontrado los cantos húmedos. Cuestiones de matices. En definitiva, una tarde que entrará en los anales de la historia local por la caída de un mito. Gracias Mulero por ser un visionario, y un picaflores.

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