Resulta que ya ha entrado la primavera, con sus calores, con sus insectos, con la hierba por las rodillas, con humedad y bochorno a la vez, lo que viene siendo un rollito de primavera. Así que espero que por fin nos empezaremos a mover y a salir un poco de Castillo de Bayuela porque la verdad que este invierno ha sido el Día de la Marmota ya que parecíamos esos granos de arroz socarrat que se quedan pegados a la paella y no se despegan ni con el martillo de Thor.
Ayer teníamos la inestimable visita de Natalia, de Albarracín, con un colega suyo Buda que venían a conocer un poco la zona. De Toledo estábamos Lega, Dani, Jesu y yo y más tarde se acercaban los dos funan, Toni y Rodri. Mala época ya, la temporada de Castillo de Bayuela es más corta que la de mini-golf pero algo hicimos, empezando por un poco de La Placita para seguir por el Mirador buscando sombra siempre. Sombra era el requisito indispensable.
Buscando el calentamiento en la sombra, Natalia se medía a "LadelBar" mientras esperábamos que el sol se fuera a tomar por culo.
Jesu en "El Mirador" una línea buenísima en una piedra increíble que la única lástima es que no hay más líneas como esta por la zona.
Natalia en la entrada de "El Mirador", desgraciadamente la regleta machete cubano para abrir cocos estaba al sol y le dolía de verdad. Cuando pase yo, cerré ojos y esfínter, tragué saliva y conseguí salir pero noté que se me clavaba hasta el tuétano.
Lega con una enorme retro-bicicleta para salvar el primer movimiento de "Gusiluz", lo que parecía imposible y que le iba a estallar la rodilla se convirtió en un recurso que le salía a la perfección. Quizás sea así su beta.
Lega también se hacía, al igual que Jesu, con "El Apasionante Mundo de la Arqueología" y como es costumbre acabamos en el "Wimba" sin que nadie consiguiera hacerlo. De ahí a casa porque las jornadas ahora se alargan hasta casi las 10 o más y hay que volver a casa y trabajar al día siguiente.
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