Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

1 sept 2014

Yosemite Valley, El Paraíso

Después de unas vacaciones californianas donde empezamos por Los Angeles y Santa Monica para movernos por toda la zona, después nos dirigimos a Santa Cruz donde tuve el placer de escalar en la arenisca de Castle Rock y finalmente acabamos en San Francisco. De todos los lugares donde he estado me ha encantado tanto lo bueno como lo malo pero el plato fuerte iba a ser la visita a Yosemite donde un par de días en ese sitio, tan ansiada visita, me dejaron tal sabor de boca que ni en la mejor de mis expectativas me lo habría imaginado. Y eso que nos hizo un calor cercano a los 40ºC que junto a lo pulida que está la roca apenas pude escalar en condiciones. Sin embargo, la majestuosidad de este valle y la de sus gigantes graníticos hace que cualquiera que tenga la oportunidad de entrar en el se quede como poco anonadado.


Entrar por el sur y al pasar por el túnel de Wawona encontrarse esta vista es de lo mejor que he visto y he visto muchos lugares espectaculares, pero quizás este sitio era de los que más ganas tenía de ver desde que empecé a escalar ya que todas esas fotos, historias y vídeos siempre han estado paseando por mi mente.  El Capitán y el Half Dome, dos colosos de roca. Siempre pensé que si alguna vez venía era para tratar de escalarlos. Sin embargo han sido unas vacaciones familiares las que me han traído aquí y con otro coloso en mente, "Midnight Lighting". El primer día me dediqué a escalar todos los bloques que pude ya que incluso por la tarde hizo un calor muy serio y a pesar de la belleza del entorno y las ganas que tenía no pude hacer mucho más que unos 8 bloques fáciles y es que el granito está pulido como la calva de Kojac (broma para nacidos antes de 1980) y si le añades 40ºC la cosa se complica. Sudaba hasta parado.


En uno de los bloques que hice. Eso si, nos dedicamos a visitar lugares míticos del parque y a disfrutar del entorno que a pesar de estar todo el parque completo todavía se podía encontrar rincones sin gente donde respirar paz y naturaleza en estado puro.


El siempre imponente y omnipresente Half Dome no dejaba de captar mi atención y es que no os podéis ni imaginar las veces que me había visto en mis pensamientos subiendo por ahí. Al día siguiente, cuando a las 9 de la mañana nos poníamos manos a la obra ya vi que sería otro día parecido así que descarté el tema escalada, nadie se movía en el Camp 4, y nos fuímos Marta, Carlota, Sofia y yo a ver las sequoias gigantes de Mariposa Grove.


En la base de la más famosa, conocida como Grizzlie Giant y que cuenta con 2700 años de antigüedad, o sea que antes que naciera ese hippy barbas de Jesucristo ella ya estaba ahí organizando el bosque.


Como el calor apretaba nos dirigimos a la Sentinel Beach, justo delante de otro coloso, el Sentinel Rock donde nos pudimos aliviar un poco con un refrescante baño en el mítico río Merced. Así que en un claro ejercicio de come-duerme estuvimos gran parte del día ahí y ya cuando decidimos que nos íbamos por la tarde a subir al Glacier Point a hacer algunas fotos le dije a las chicas que me dejaran pasar de nuevo por el Camp 4 y ahí sorprendentemente había un bloquero, así que me uní a él rápidamente. Un brasileño afincado desde hacía mucho en San Francisco y su mujer, Cristiano y Kaylene. Rápidamente, calenté y nos pusimos a patinar sobre la roca, hicimos lo que pudimos y cuando el sol se iba decidimos meternos a probar el probablemnte bloque más famoso del mundo.


El "Midnight Lighting", donde lo más duro por el grado de desgaste es el principio. Imaginaros el bloque más pulido de El Escorial y multiplicarlo por 100, añadirle una temperatura de 30ºC a las 8 de la tarde y con esa fórmula sale la sensación que tuve. No me decepcionó pero estoy seguro que otras condiciones se tiene que tener mejores sensaciones. Estuvimos dándole con la luz de los frontales, se acercó algún que otro escalador pero prefirieron no meterse y  yo me pregunto si tendrían algo mejor que hacer. No llegamos a coger los cantos del mantle pero sacamos algunos de los primeros movimientos en un granito que parecía mármol de Carrara. Finalmente nos despedimos y me fui con el runrun en la cabeza que debo volver, en otra época para escalar y visitar esos míticos lugares que no tuve tiempo. En fin, no se puede tener todo. Aun así, he disfrutado con todo lo bueno y lo malo de California y aquí va un pequeño resumen:
- Me esperaba más control policial y la verdad es que ahora mismo en España eres 100 veces más sospechoso cada vez que te cruzas con la Benemérita. Si no la lías no hay problema.
- El 75% de los vehículos de aquí no pasaría la ITV ni siendo el primo del iteuvista.
- La gente fuma hierba por todos lados, incluso con la policía cerca pero sino la lías no te dicen nada.
- Si quieres aprender inglés vete a Dakota del Sur.
- El sushi no es un artículo de lujo, es una opción alimentaria más.
-  No toques los huevos a los Ranger de Yosemite y ellos no te los tocarán a ti.
- Conduce como si estuvieras en medio del Call of Duty cuando estés en Los Angeles o no saldrás vivo.
- Los burritos gigantes que hacen Paquito y Carmen en La Misión de Berkeley con frijoles, pimientos, chii y arroz están buenísimos y salen en un formato parecido al que te lo sirven, con igual diámetro y longitud.

Esto es todo y ya quiero volver.

2 comentarios:

Ferran Guerrero dijo...

Leo tu post y me acuerdo de nuestro viaje, exactamente, a nivel escalada era a lo que íbamos, pero todo y darle al Midnight, noche si noche también, nunca llegamos al Mantle, y cada vez mas sobado.

Pedazo de viaje, y un recuerdo que no borraras nunca de la cabeza, de vez en cuando sueño que estoy en el valle , aquello es una locura.

Bienvenido

Carles dijo...

Si Ferran es una pasada pero todo lo que hemos visto de ciudades y playas me ha gustado muchísimo