El Reino del Norte: Santa Gadea

No sé porque me está entrando esta morriña pero me estoy acordando últimamente de aquellos momentos en los que he pasado frío. Y me ha venido a la cabeza un fin de semana del año pasado en Santa Gadea. Arenisca blanca perfecta, boulders magníficos, sitio totalmente diferente a lo que estés acostumbrado a ver.
Yo lo catalogaría como un Peak District con la roca de Fontainebleau.

Con una niebla de narices, una humedad que te dejaba los cojones como si fueran uvas pasas y la punta de la nariz como un pimiento morrón debido al frío, estuvimos como la mayoría de veces en el albergue de Alfa en el Pantano del Ebro. Con todas las comodidades, hubo un par de noches de auténtico cachondeo que causó bajas importantes al día siguiente por problemas pseudo-resaquiles después de una gran actuación folklórico-guitarrera de Santi y Talo, que prefiero dejarla archivada en un rincón de mi pequeño cerebro. Por suerte, entró Chiki con la caja flamenca y la cosa cambió, a mejor por supuesto.
















Aquí podeis ver el clásico y excelente "El Ángel" con un público de lo mejorcito de cada casa y en que queda patente la tensión de lo que viene siendo un buen porteo. El tacto, con un 90% de humedad, era poco menos que infame.























En esta fotografía se puede ver uno de los monodedos de "El Ángel", como siempre cedidas por la Annie Lewobitz del boulder: Javi Pec.

Mientras algunos jugábamos con los grandes clásicos, otros se dedicaban a probar bloque duros de verdad y a encalomarlos. En resumidas cuentas, Chiki y Jesús Broder se fueron con Javi Pec a probar unos bloques que estaban separados de la zona "turística" y no les fue mal a los cabritos.
















Aquí está Chiki probando un boulder excepcional y durete que no se lo llegó a sacar pero no le faltó mucho. Yo creo, de hecho estoy convencido, que con algo menos de humedad hubiera salido por arriba.
















Una panorámica del mismo boulder en la que se puede observar el páramo de Santa Gadea.

Total, que no se sabe como, puesto que era la primera vez que iban a Santa Gadea, se fueron dando una vuelta y encontraron un techo increíble con una línea muy buena. de las que les gustan a ellos, desplomada, con canto pequeño, movimientos de techo y de resistencia. La encalomaron los dos, sin mucha dificultad.
















Jesús Broder y su savoir faire en la línea mencionada. Levitando como él, cualquiera puede hacerlo.
















Otra instantánea de Jesús Broder en la misma línea, y se puede apreciar la cantidad y dificultad de los movimientos. Aun así, los dos salieron exitosos de su confrontación Boulder vs Bolos con un resultado favorable de 0-2. También se puede observar en esta foto, uno de los flashes independientes que suele utilizar Javi Pec para dotar de luminosidad la zona que lo requiera.

Lo que más me fastidia de todo es que este año, entre asuntos personales y familiares, mal tiempo, mala organización entre todos, no he tenido la ocasión de ir a Santa Gadea y eso me jode.
Me jode más que la subidita que hay de vuelta al coche cuando estás abajo del todo del valle, a final del dia, re-petado de escalar y mirando para arriba viendo lo que queda por subir.

Aun así, quiero volver y espero este otoño ir varias veces. Como decía el otro día, mientras hablaba con mi amigo Nacho de Castelldefels por teléfono, y coincidíamos en que lo importante y lo que realmente nos llenaba era:

Ir por el mundo, tratando de divertirnos escalando.

Así que, como parece que el reposo ha funcionado, he acabado ya con la agenda llena de eventos sociales que tenía y que estaba más apretada que los vaqueros de los Heavys de mi instituto en 1976, ¡vuelvo a estar en la ola!. Espero no volver a perderla, que me canso de remar cada vez que pierdo la ola.













Esta última foto es de ayer, en Castelldefels, después una bodorrio en él que para combatir el estado semi-resacoso de la noche un poquito de paddle surf, sin olas como se puede ver, y un primer baño refrescante me han cargado las baterías para volver al horno incinerador que es Toledo y afrontar el verano con escaladas donde sea necesario: Cuenca, Pedriza y donde vaya surgiendo la ocasión.

La Paciencia es el Arte de Saber Esperar.