Otro miércoles por la tarde más y estábamos ayer en Castillo de Bayuela los de siempre y los que se apuntan de nuevo. Entre los de siempre ya se sabe, Lega, Cabe, Toni, Rodri, Nava, Piru y yo pero de entre los que se apuntan de nuevo teníamos visitas ilustres de 3 grupetes. El primero de Gorka y Josevi con dos amigos de Cambrils, el segundo de Lusillo No Dogma, Lechuga y Melania y el tercero con la inesperada visita de Miguel Terapias Belmez Face, Javi y Luisito Canijo. Total, que la tarde estaba bastante concurrida y quizás el sector Arroyo se quedaba pequeño pero es que había estado lloviendo hasta casi media mañana. Aun así, nos dio para pasar una buena tarde con un solete muy rico que no molestaba y luego ya a la sombra el frío no fue un problema aunque hacía un fresquete muy interesante para escalar.
Gorka enarbolando una perfecta bandera en el siempre intenso e interesante "Prozac" tras un calentamiento por los bloques cercanos.
Luisillo, que no necesita mucho calentamiento para empezar a tachar tal y como hizo con "Prozac" al rato de llegar.
Miguel rápidamente descubrió el poder destructivo de las regletas de la escuela en "Egagrópila" y su piel iba quedando cada vez más comprometida que Cifuentes y su puto Master invisible. Hoy se lo va a pasar pero que muy bien en el trabajo y seguramente deje restos de sangre en sus pacientes.
Toni en plena tensión en la entrada de la interesante línea "El Furtivo" por donde Gorka, Luisillo y Josevi pasaban momentos antes sin inmutarse hasta que salían por arriba.
Josevi se envenenaba con "Mellon Gum" hasta que lograba hilar todos los movimientos, aunque antes ya Gorka había triturado esta buenísima línea y luego Luisillo también se la apuntaba.
Gorka, en la foto, junto a Josevi y más tarde Luisillo también se metían con muchas ganas e intensidad en "Cañadillas" un desplome que coge el nombre del arroyo que por cierto ayer bajaba como si fuera el mismísimo río Colorado a causa de toda el agua caída este último mes. Tras una buena tarde de apretones y risas la intensidad bajaba con la puesta de sol y unos cuantos nos íbamos tranquilamente al bar donde estuvimos un rato de risas. Sin embargo, ya se nota que los tardes son muy largas y hay tiempo no sólo de cansarse como en invierno sino que hay horas suficientes para acabar devorado. Y como no, ya empieza la temporada de llegar a las 11 a casa, pero en fin ¿Es lo que nos gusta, no?
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