Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

24 ago 2016

¿Cuando Acabará Esto?

Otra tarde más de verano, canícula, sol, todo parecía apuntar a que volveríamos a tener una tarde de esas con las 7 plagas bíblicas y sin embargo tal y como dijo Lega, el calor había eliminado hasta las plagas. No había moscas, muertas por deshidratación e incineración. No había chicharras, habían perecido flameadas y así con el resto de plagas. Por no haber, no había ni garrapatas o eso creemos. Oías tus pasos andando sobre los rastrojos secos crujiendo como quien anda encima del muesli que cae al suelo. Aun así, habíamos tomado una decisión ayer y fue de ir a escalar y había que seguir hacia delante para en caso de hacerlo, morir dignamente, como valientes. Tal y como nos acercábamos a Castillo de Bayuela las dudas se hacían más grandes acerca de donde ir, si buscar un sector en sombra o buscar uno alto y esperar a que corriera la brisa. Finalmente, deducimos que no había grandes cambios significativos así que tiramos hacia Garciotum que este año aun no habíamos ido. Pues, la decisión fue tan mala como cualquier otra ya que al llegar el termómetro marcaba 37ºC, justo lo mismo que la temperatura corporal. Aun así, Lega y yo tiramos hacia los bloques que por suerte en este sector están a 50m del coche.


Cooper en la sombra mirando los pastos secos con un cierto aire de llanuras del Serengetti. Así que la cosa consistía en intentar hacer tantos bloques como fuera posible y sobrevivir a ello y así empezamos con un calentamiento, más que nada muscular y de articulaciones porque el ambiente ya estaba caldeado al estilo Fragua de Vulcano.
Empezamos con un par de muros como "Lazy Man" y su vecino a media tarde y de repente, boquete en el dedo. Hacía tiempo que no me hacía un agujero de estas características, ni lo noté con la yema anestesiada por el calor hasta que lo vi. 


Ya me condicionó toda la tarde aunque no quise que ello pasara y seguimos con "El Praticante" un bonito lance de grado fácil pero que no por ello deja de ser precioso. La roca ardía en plan Desierto de Namibia y las regletas se me clavaban en el agujero de la yema como las estacas en el corazón de los vampiros pero otro bloque que salía también en esas condiciones. 


Lega en "El Baile de los Zánganos" donde todos los bloques que habitualmente hacemos sin más problemas que algún apretón se convertían en verdaderos apretones con todo, sin magnesio al segundo movimiento y resbalando sobre la piedra asollamada. El porteo era imprescindible, lo cual redujo bastante la sesión fotográfica.


Wilma tampoco estaba para aventuras y salirse de la sombra. 


En "Smoke Sellers", el mejor nombre de la historia puesto en uno de los mejores bloques, aunque la foto no hace honor al blocazo y no es por culpa de Lega sino desde el ángulo y el angular con la que fue tomada. Además tampoco quise que se fuera muy lejos a hacer la foto puesto que esta línea es mucho más alta y desplomada de lo que parece en la foto y llevado un dedo abierto con un capuchón de esparadrapo y esas regletas hincándose en el tuétano me daban una sensación de inseguridad que no quería verme reventado en el suelo. A esa hora, cuando ya habíamos acabado llegaban Olga, Iván del Bar Dos Plazas y alguno más para escalar un rato, así que les hicimos algo de compañía y les enseñamos los bloques del sector. No se creían que estuviéramos ahí desde las 5 y media de la tarde, pero mejor en el campo que en casa. 


Iván volando en "El Praticante", disfrutando de una buena línea ya de noche casi. Ahí ya nos volvíamos para casa con un reventón fuera de lo normal y es que en esas condiciones por encima de 30ºC, aun a las 9 y media, aprietas con todo mucho más.
Eso si, otro día menos de verano...

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