Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

16 nov 2013

La Armada Invencible

Como la Armada Invencible hemos acabado hoy en El Escorial. "Yo no mandé a mis naves a luchar contra los elementos..." Una frase muy adecuada para un lugar como la Silla de Felipe II, ya que hemos acabado luchando contra los elementos meteorológicos y a pesar de defendernos muy bien durante el fragor de la batalla, la derrota nos ha venido infligida por una nevada con copos como monedas de dos euros. Desde Toledo habíamos zarpado Lega, Nuria, Gonzalo, Luisito, Diego, Dani Poligonetti y yo. Desde Castillo de Bayuela el Naranja y Rodri y desde Cercedilla y la sierra Diegote, Javi Pacha, René, Paula y un grupito más.


Esta es la imagen de la retirada, que no es otra cosa que darse la vuelta para coger impulso. Ha caído una buena nevada hoy en El Escorial, sin embargo hemos presentado una dura batalla desde el calentamiento en un ambiente bastante frío y húmedo. Desde que Diego y Pacha nos han avisado que la parte de Cetáceos o el Castañar estaba impracticable nos hemos dirigido a la zona de "La Puerta" donde nos hemos juntado todo en un calentamiento ya clásico en el sector, llevo 4 veces seguidas por ahí.


Naranja en una buena línea de detrás de "La Puerta", muy comprimida y chinchetera que te obliga a apretar como si fuera el último día de la vida. Mientras tanto tras unos bloques para quitarse el frío Diegote, Luisito y yo nos bajábamos a "La Megapuerta" donde íbamos a probar cada uno su secuencia a ver que tal, en el caso de Diegote y yo a empezar a trabajar el tema, luego Lega se nos ha unido.


Diegote con su secuencia, arrancando en "La Megapuerta", Luisito, Lega y yo empezábamos metiendo más rodilla apoyada al lado de la mano, de todas formas han sido tan solo unos pegues a la parte de abajo porque la parte superior estaba empapada. Ha sido un tanteo al bloque aunque la verdad es que por el frío que hacía y las nubes que había no teníamos las condiciones de sequedad que necesitábamos.


Mientras tanto, Pacha se metía en "Nueva Dimensión" y salía por arriba con Diegote, Diego, Rodri y más. Otros se metían en "El Filo" y al rato decidíamos movernos hacia el Castañar donde pensábamos que podríamos escalar a pesar de la nevada que estaba arrancando.


Dani en un buen bloque que hay de camino al Castañar en un muro con patatas que está por debajo de "La Arista del Castañar" y que nos ha hecho pararnos un rato para ver si el tiempo iba a peor, que ha ido y aun así nos hemos ido luego a hablar del libro, del libro de verdad. Y una vez hemos escalado ahí lo que había ha surgido la duda en si ir a los bloques que estuvimos probando la semana pasada o al bar, ha ganado la cabezonería de algunos y nos hemos dirigido de lleno a "El Sinvergüenza" donde suerte que hemos ido.


Lega en plena nevada en "El Sinvergüenza" donde ya tenemos clara la secuencia y sólo falta que esté seco, estar fuerte y tener lo que hay que tener arriba. Por otro lado, a Luisito el punto uno se la ha pelado, el punto dos lo tiene y del punto tres sólo decir que ha ido sobrado en un terreno mixto o trixto: roca, musgo nevado y agua en general.


Luisito con la pinza de "El Sinvergüenza" en la mano y cogiendo el canto del dinámico, aunque en la salida ha dado una clase de temple y como escalar sobre musgo con los pies de gato empapados en una salida poco cepillada. De nuevo la nevada apretaba y las naves empezaban a hundirse y caer pues no aguantaban la tormenta y hemos decidido morir luchando y nos hemos subido de nuevo a "La Media Luna" que hoy si he podido probar porque el jueves me dieron el alta médica total. Es coña, sigo estando igual de flojo y dolorido pero hoy he apretado con más convicción. Aunque había un pequeño problema, los crashpads estaban empapados y no había manera humana posible de tener las suelas secas. Y así, uno a uno, íbamos resbalando en pasos que normalmente deberíamos aguantar. 


Probando "La Media Luna" con una intensa nevada de la cual hemos sido conscientes al salir de debajo del castaño que nos hacía de paraguas. Al final, como he dicho no había manera posible de secarse las suelas y al ponerte de pie no volverlas a empapar por lo que nos hemos rendido, pero como he empezado el post, nos hemos retirado para darnos la vuelta y coger impulso.
¡Y la semana que viene a Fontainebleau!

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