De nuevo los planes del fin de semana se veían alterados por motivos diferentes y la única esperanza para no morir calcinados en Toledo era ir de nuevo a la sierra a buscar bloques y a poder ser, cerca de un río. Así que durante la comida decidíamos que iba a enseñar Valsaín a Ula y Kaja, que está de visita en casa estos días, y además se apuntó Lega también. El objetivo principal del día se cumplía y nos quitábamos 10ºC del tirón si lo comparamos con el infierno donde vivimos. La tarde mejoró además al encontrarnos con Luís y Lorena con los que estuvimos escalando y hablando, como intentando recuperar estos 5-6 años que han estado fuera de la zona centro. En lo que se refiere al concepto deportivo, la tarde no pasará a los anales de la historia pero eso ya se sabía de antemano.
Luís en "La Bellota Mecánica", uno de los clásicos de la zona y que el amigo la ha escalado en infinitas ocasiones, aunque en mejores condiciones por supuesto. Ula disfrutando del bonito filo "Vita Dinamita" aunque la roca tenía un tacto algo extraño y resbaladizo y este feeling lo tengo siempre que vengo a esta zona.
Luís, otro generoso en el esfuerzo, daba espectáculo en "Hattori Hanzo" y es que esta zona le trae grandes recuerdos porque invirtió hace muchos años bastante tiempo en la escuela. La energía se fue diluyendo conforme ataban los mosquitos, se iba la luz y las conversaciones se hacían más profundas hasta que finalmente ya de noche el hambre apretaba tanto que no podíamos ni hablar. Momento de regresar a casa.
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