Lunes después de comer y salíamos rumbo a Castillo de Bayuela, ya sabíamos que iba a hacer calor pero esto es como el Club de la Lucha y nos engancha. Lega, Cabe, Amado y yo nos juntábamos para empezar nuestra temporada de Entreno Afgano. El Entreno Afgano es una variedad de entreno mucho más completo que cualquier mandanga que veáis en la red sobre máquinas y famosillos del entreno en roco, crossfit y todas las actividades posibles. ¿Y Por qué? Pues porque en él se combina la escalada de bloques a altas temperaturas y a poder ser con cuantas más de las 7 Plagas Bíblicas mejor. Las 7 Plagas Bíblicas son: calor, moscas, chicharras, espigas, garrapatas, polvo y pinchos de todo tipo y ayer hubo por lo menos 4 de ellas. Aun así conseguimos pasarlo bien y es que subimos de nuevo a la parte alta del Mirador donde hay un par de líneas que sus primeros aperturistas habían dejado olvidadas ante el big bang de bloques que tuvieron en la zona y que no les daba tiempo de atenderles a todos.
La cosa empezaba suave y en la primera línea ya veíamos que tendríamos con nosotros no menos de 4 de las Plagas Bíblicas y el calor iba a ser la principal, sin embargo no nos consiguió amodorrar y no sólo eso sino que iba despertando en nosotros una Fuerza que era todo lo contrario de lo esperado.
Lega a contraluz en "Rotpunkt" justo donde se encuentra la roca con el punto naranja tan visible en el sector. De ahí y tras haber calentado con un tacto entre sepia y panceta nos movíamos un poco más arriba donde hoy llevábamos todo tipo de útiles de apertura y jardinería para adecentar la base y acabar de limpiar la salida en una de las líneas de moda para esta primavera-verano.
Cabe, todo tensión, intentando hacerse con esas regletas que no son lo que parecen y convierten el bloque en una línea de apretar de dedos y que ayer tenía peor tacto que la semana pasada pero por lo menos Lega estuvo un buen rato cepillando la salida, que por cierto no llegamos a ella.
Lega en otra de las líneas de la zona, un techo que no pasará a la historia como una de las líneas más bellas pero que si eres local y andas por la zona tienes que hacerlo. De hecho, yo ya lo había hecho hace muchos años cuando Carlitos Álvarez me enseñó el sector. Sin embargo, una vez escalada la línea aunque estuviera sucia en la salida te deja una sensación de decir - pues no está tan mal y molan los movimientos-. Lega y yo nos la apuntábamos y Cabe y Amado la apuntaban en la lista de Cosas que Hacer Cuando Vuelva.
Lega en la entrada sit directa del "Apasionante Mundo de la Espeleología" donde saqué un matiz para poder colocar el talón correctamente y hacerle fuerza y nos plantábamos en la salida de romos tras una serie de apretones duros pero que no conseguíamos salir y era ahí cuando el calor y las moscas nos decían que en invierno, aunque haya que apretar, sale fijo. Bajábamos de noche, en la furgo de Cabe había cervezas frescas y teníamos un rato de relax en el cual la noche traía brisa y fresco (he dicho fresco no frío). Al final, entre pitos y flautas llegábamos a las 11 y media a casa cansados, sucios, polvorientos y con las yemas rosas como un lechón recién nacido.
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