Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

7 jul 2015

Surfeando la Ola de Calor

Estábamos hablando Lega y yo después de comer sobre que coño se podía hacer en Toledo a 42ºC por la tarde. ¿Roco? caca, he visto desvanecerse al más fuerte ahí dentro. ¿Piscina? caca, me atrae menos ir a una piscina que Rajoy en pelotas (esto se puede decir con la Ley Mordaza, hay que suavizarlo y decirlo bien, sin ofender). De modo que hablmos con los bayus y les dijimos que nos íbamos a tomar la fresca a Navacerrada. de primeras se escandalizaron pero visto el infierno que estaban viviendo en esa parte de La Mancha también, decidieron apuntarse. A las 7 de la tarde llegábamos a El Ventorrillo habiendo recogido a Nuria Cabe y Rodri llegaban al rato, que no lo conocían. Hacía viento y a pesar de la temperatura se estaba muy a gusto, así que empezamos a escalar en seguida. Como siempre son las mismas líneas, porque al bloque de más arriba le daba el sol, no me extenderé mucho ya que huíamos del calor manchego.


Rodri AKA FF haciéndose la que es quizás la línea más bonita del bloque, la arista de las pinzas. Técnica y de truquillos a partes iguales.


Lega entre las dos pinzas de la mencionada arista, en lo que yo le llamaría el crux del bloque.


Cabe en la arista desplomada a la izquierda del muro de arqueos. Cabe también disfrutó con el bloque aunque con lo que más flipó es con lo a gusto que estábamos comparando de donde veníamos.


Otra de las líneas del bloque en la que empiezas de un invertido y acabas haciendo un juego de pies y equilibrio para salir por unas regletas.


Rodri probando una de las variantes que hay donde la línea más dura pero en ese momento el sol se ponía, cesaba el viento y de repente una sensación de bochorno se apoderaba de nosotros de forma que decíamos salir de ahí a eso de las 10 y cuarto para irnos a cenar algo antes de volver. Hizo algo más de calor que hace un mes, pero es que estábamos surfeando la ola de calor y la verdad, cuando llegué a Toledo a eso de la 1 de la madrugada no me arrepentí nada de haberme ido porque aquí aun era inaguantable.

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