Resulta que sin enterarnos había llegado una 3ª Ola de Calor cuando aun no sabíamos cuando la primera había acabado, la segunda empezado y acabado y ya se nos obsequiaba con una tercera. Como diríamos en el chat del grupo: calor caca. Estábamos muertos de asco en Toledo el lunes por la tarde el Lega y yo, incluso hablamos de algo como ir a la piscina pero enseguida recuperamos la cordura y dijimos también: piscina caca. Así que nos fuimos a Castillo de Bayuela por la tarde con un ambiente cercano a la combustión espontánea, donde ni los animales más osados del Desierto del Kalahari habría osado salir ni aunque hubiera un faisán trufado esperando en medio d ela arena listo para comer.
Lo primero de todo era salir del coche y llegar a una sombra sin caer desmayado puesto que las chicharras en esta época del año son capaces de devorarte con crashpad y todo en menos tiempo que 250 pirañas en tu bañera. Una vez alcanzada la sombra vimos que había unas líneas antiguas que necesitaban una relimpieza y había que hacer una poda selectiva ya que la vegetación había crecido mucho. Como dijo Lega, ya que no se puede escalar vamos a muscular. Menuda sudada y polvareda, llenos de mierda es poco para describir como acabamos. Tras descansar, hidratarnos, hablar con Little Richard nos acercamos al sector Monobloque, donde como dice el nombre no hay muchos bloques pero si dos líneas buenísimas, duras y con canto algo agradecido que podían valer para pasar el rato. No hay mucha más historia que contar de esa tarde.
Lega en "Los Cazadores" la línea perfecta que tiene unos movimientos sobre talones muy bonitos y que es bastante más dura de lo que parece.
Señalando donde pretendía ir. Ahí nos dimos una buena tunda el amigo y yo hasta que llegó el Cowboy de Bayuela, nuestro caballo ganador, el hombre de las dos coletas, ese que ha descubierto que cuando curras llegas más reventado por las tardes a blocar. Si, hablo de Rodri. que está trabajando de vaquero en el pueblo y no para de sacar terneros del útero de las vacas, mover carretillas de estiércol a palas, empujar bichos de 500 kg para que entren en los corrales, etc. Rápidamente se puso en faena y al rato llegaban Aitor y Raúl, los dos únicos escaladores de verdad de El Real de San Vicente. Ni la noche trajo fresco, sólo trajo viento que al notarlo en nuestros cuerpos sudados lo único que percibíamos era un cambio de sensación pero todavía había más de 30ºC. Pusimos los focos y nos entretuvimos un buen rato más, hasta casi medianoche, en la otra línea buena del bloque "Te estás Haciendo un Meng".
Rodri en "Te estás Haciendo un Meng" que tanto él como Aitor estuvieron a punto de encadenar aunque cayeron ambos al final con los brazos tan hinchados como si hubieran estado en Rodellar.
Cooper al menos parece que se siente mejor en el campo que en casa donde se le oye respirar desde la esquina de la calle de al lado. Finalmente, después de unas risas y ya casi a medianoche Lega y yo nos volvíamos a casa pero antes buscábamos un bar donde cenar a esa hora y lo encontramos en La Piscina del puebo, Al final llegamos a casa a la 1 y media de la madrugada, perfecto para tener que levantarse a las 7 al día siguiente e ir a trabajar. Que pase ya el fucking summer.
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