La intención era ir a Zarzalejo porque habíamos pensado que en El Escorial habría mucha humedad y al final nos hemos pegado una sesión de boulder al estilo saharaui. Gonzalo y yo hemos recogido a Marianne y Emil para ir a Zarzalejo donde habíamos quedado con Diego y Pacha. Hemos llegado tarde porque todos los problemas que contemplan las Leyes de Murphy nos han surgido. El sol pegaba fuerte ya a las 11 de la mañana aunque el viento permitía tostarte sin que lo notaras. Diego y Pacha rápidamente rellenaban su cesta de la compra como es habitual en ellos, siempre encadenan no una buena línea sino varias.
Gonzalo calentando en "Bisagra Bavaresa", la verdad es que el amigo llevaba todo el verano sin escalar y hoy venía con menos piel que el prepucio de un judío y ha sufrido a ratos. Así hemos empezado la jornada con los clásicos de calentar de La Pradera. Yo me he dedicado a hacerlos por duplicado para ir sumando metros y así todos los bloques que he encadenado lo he hecho por pares.
Marianne calentando en este buen espolón en el cual abrazas ambas aristas. En estos momentos el sol apretaba ya bastante y yo por fin empezaba a relajarme después del estrés matutino que había acumulado. la verdad es que el día de hoy no pasará a la historia ni a los grandes relatos del mundo del boulder. Simplemente hemos estado escalando lo que se dejaba y como se podía.
Gonzalo en "Zarzapellejo" que se le ha atragantado hoy después de haberlo hecho unas cuantas veces al igual que a Marianne y mientras yo conseguí repetirlo a la primera en mi estado de tullidez que todavía arrastro y volverlo a repetir otra vez al rato. Aun así el apretón de esos romos de salida al sol se ha notado en mi p*** hombro. Aun así, esto marcha. Al rato nos movíamos a un filo detrás de la famosa fisura de La Pradera donde el fin de semana antes que me operaran estuvimos por primera vez y lo encadené. Gonzalo en aquella ocasión no pudo y hoy quería ver que pasaba con eso. Pues no ha pasado nada ni para Gonzalo ni para Marianne ya que han desaparecido las nubes que nos dejaban escalar y de repente la arista cogía temperatura de 2 CV subiendo el Puerto del Pico.
Marianne en esta preciosa y técnica arista de la cual desconozco el nombre si bien sé quienes la abrieron. Un día de estos, si me acuerdo, se lo pregunto. Finalmente, de camino al "Equipo A" hemos parado en un techo facilillo que hay antes, que tiene unos patatones enormes y que siguiendo la técnica del día de doy he repetido un par de veces mientras nos volvíamos a esconder a la sombra de un roble para evitar al astro rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario