Resulta que esta mañana Lega, Gonzalo y yo nos íbamos a escalar, Carlis había tenido serios problemas nocturnos y confirmaba su ausencia a través de un SMS delatador de las 4 de la mañana. De modo que nos hemos subido al coche y rumbo norte. Las nubes y nubarrones de todo tipo nos permitían ver cada vez mejor que Carlis había sido el listo de la expedición. Al final El Escorial ha sido la elección y ahí se nos ha unido Nuria. Algo de humedad se notaba en el ambiente, el sotobosque estaba empapado por lo que el factor tiempo era vital, así que nos hemos acercado a la zona que hay debajo del bar con la idea de hacer algunos bloques que nos quedan pendientes por ahí y probar algún proyecto ya tocado.
Negativo, la meteo ha empezado a putearnos, unas gotillas por aquí, una ducha por allá, ahora granizo con formato bolas en todos los mm de diámetro que van desde el grano de arena hasta la cereza de Pachá. Pero para cabezones nosotros, un poco de magnesio para secar la regleta, un puñado en el romo de salida y que vaya chupando y como quien no quiere la cosa hemos empezado a escalar en condiciones nefastas. La zona del "Bajo Cero", en concreto en los bloques que lo flanquean ha sido donde hemos calentado.
Lega en la arista que hay a la derecha de "Bajo Cero" sit, bloque que hemos hecho en condiciones de semi-seco, vamos que se sobre-entiende como estaba. Aquí ha venido el primer chaparrón serio de granizo formato guisante francés del Valle del Loire. Y como reza la 3ª Ley de Newton, toda acción conlleva una reacción de igual fuerza y signo contrario, nos hemos puesto a ello.
Lega en pleno proceso de reacción. No estábamos dispuestos a que esto quedara así. Tras el granizo, que por suerte no ha empapado mucho nos hemos planteado seguir calentando en la línea que hay a la izquierda del final de "Bajo Cero".
Gonzalo en la mencionada línea, de pies finos e invertido interesante, que finalmente si había quedado algo mojada, aunque antes hemos pasado por ella los otros. Segundo asalto, ducha de las buenas y todo empapado, así que hemos ido buscando camino hacia delante un cobijo de la lluvia y nos hemos encontrado delante del "Romboide".
Un poco de experimentos fotográficos en los que jugando con el verdor intenso del Bosque de la Herrería en esta húmeda primavera, la nieve acumulada los últimos días en la sierra y la reacción para cada acción meteorológica consigues ver cosas desde otro prisma. Justo en ese momento y viendo llover ha salido la discusión tonta del día y era que en el momento que ha parado yo me he apostado con Lega, no contaré la apuesta, que hacía el "Romboide" tal y como estaba de empapado con un poco de magnesio en sus puntos clave. Lega y Gonzalo se han creído que iba de farol, 3 pegues me ha costado, aunque el cerillazo del primer pegue en la regleta que recogía todo el agua que caía me ha anestesiado las yemas para el resto del día. Romo en condiciones de mojado/empapado y risas. No se podía hacer mucho más que eso o subir al bar e hincharse a cervezas y pedir una tortilla de patatas. Así que también los hemos hecho.
De camino al bar siempre había querido fotografiar el nudo de ese árbol y hoy me he acordado, con Marley posando. Repito, está el bosque verde intenso que parece una selva tropical. El resto ya ha sido más de come, bebe, fuma, duerme hasta que hemos decidido que mejor irse para casa. No ha dado más tiempo que para hacer estos 3 bloques ya que después de la tortillaza en el bar han caído 3 chaparrones más y se ha desvanecido toda esperanza de escalar por la tarde.
Vaya rachita llevamos con la lluvia, que si que es muy buena y va muy bien para el campo pero mejor entresemana.
Al final el más listo ha sido Carlis gracias a su confusión nocturna...
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