Volver de vacaciones, tener la furgo estropeada y que te líen para un sábado Patonero es surrealista pero lo mejor de todo es que era Sábado Patonero Bloquero, no de deportiva. Luisito nos lo vendió bastante bien y ahí cuando llegamos nos encontramos a un montón de gente con los que había quedado él., siendo imposible nombrarlos a todos. Yo como era la primera vez que iba a Patones a alocar me dejé asesorar. Sin embargo, se notaba el cansancio de los 10 de 12 días escalando en las vacaciones, más el estrés del día que nos quedamos tirados, la grúa, etc. Tan cierto era como que Ula no escaló y anduvo todo el día tirada.
Fue Luisito quien a la cuarta vez que venía a Patones logró hacerse con el control en los bidedos y encadenar esta línea que había probado cada día que escaló ahí. A mi me vino el bajonazo físico a mediodía y ya no podía d moverme y más ahí que es una escalada tan física. A media tarde cuando todo el mundo empezaba a desfilar nosotros hicimos lo mismo ya que mañana toca empezar a trabajar.
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