Llevábamos todo el verano con la ola de calor infinita, trabajando, maldurmiendo, fatiga extrema, supervivencia, deshidratación, apatía y de repente todo esto cambió el pasado viernes porque empezábamos las vacaciones. Resumiendo, el plan A con Ula era dormir en Barcelona en casa de mis padres e ir a Ailefroide y Chamonix para hacer bloque. El plan B si la meten era chunga en los Alpes sería quedarnos en el Pirineo. Al final un Poltergeist en la furgoneta que se solucionó solo nos hizo ser conservadores y ceñirnos al plan B yendo el sábado por la mañana a Targasonne en mi querida Cerdanya. Nos apalancamos en el mítico camping La Griole y estuvimos escalando después de comer en los sectores Chapeau y Proue.
Ula calentando en una línea del sector Chapeau, la verdad es que menos mal que sale una guía nueva en breve porque la antigua francesa es un estorbo más que una ayuda.
Cuando paseando alrededor del camping vi este muro de regletas del sector Proue le dije a Ula que esperásemos a que hiciera menos calor para ir a hacerlo (Foto de Ula). Estuvimos haciendo todos los bloques que pudimos durante la tarde a pesar de la temperatura y el bochorno. Al día siguiente nos levantamos y más menos era lo mismo y decidimos subir al sector Taz y Dieux Païenes a ver que tal salía la apuesta porque había nubarrones esperanzadores.
Ula en una de línea del sector Taz que con el bochorno reinantes el mérito ya era escalar. Sin embargo, se nubló y aunque el bochorno aumentó nosotros decidimos subir al sector Dolmens a ver si ahí arriba corría un poco más el aire. Resultado, lo mismo.
La cara de Asco lo dice todo.
La tormenta se iba montando sobre nuestras cabezas y mientras tanto escalábamos lo que podíamos, no sé ni el nombre de la línea que es resto, nada duro comparado con las líneas vecinas (Foto de Ula). Finalmente, después de penar casi todo el día estábamos cansados y sudados por lo que fuimos a cenar a Puigcerdà y luego al camping a la ducha y a dormir.
El lunes por la mañana dejábamos Targasonne para movernos más o menos cerca, en Laramade que es un sitio del cual sólo he leído y escuchado buenas críticas. Lo que más me motivó para acercarme es que tanto Davilo como Lendi me dijeron que era un Bas Cuvier de granito. Y creo que no hay mejor descripción que ésta para este sitio donde hay un parking que indica la Zone de Blocs d'Escalade. Nosotros de secretos y mierdas y aquí buscas el pueblo en maps y te sale la zona de bloque, en fin. Cuando llegas al parking hay un plano general con treinta y pico bloques y cada uno de ellos suele tener múltiples líneas, cada una de ellas con su flecha y número de color según la dificultad.
Lo mismo de siempre, llegamos nos preparamos y listos para la batalla.
Ula tuvo dudas de si subir hasta arriba o saltar porque sabía que le iba a dar miedo el destrepe, la mayoría de bloques tiene uno, y como se conoce mucho acertó.
Yo mientras tanto andaba como un niño en Cortiland y veía pepinos por todas partes y subiendo el pistón a calentamiento de primera me hacía con este desplome que salía después por arriba (Foto de Ula).
Le dije a Ula que era morfo pero había una regleta que usé como paradinha que ella podía tronchar y así lo hizo.
Luego seguimos explorando la zona e hicimos como unas 10 líneas más todas ellas preciosas hasta que ya tarde nos enratonamos con un filo del cual no conseguimos descifrar el último movimiento de llegar al top. Y caímos y caímos pero ninguno de los dos consiguió decir -al menos ha salido de alguna forma-.
Hoy hemos vuelto directamente por la mañana a todas aquellas líneas que ayer por la tarde les daba un poco el sol y que nos gustaron. Ula ha vencido a sus miedos en la salida de este bloque que nos ha parecido muy bueno
Otra buena línea que también nos ha gustado mucho (Foto de Ula).
En este caso Ula no ha vencido a sus demonios sino a su lágrima tatuada y se hacía con este bloque que era de envergadura y dinamismo porque los pies eran pequeños y resbaladizos. Hoy dormiremos aquí ya que finalmente llevamos escalando 4 días seguidos en granito, dos en Targasonne y dos en Laramade y estamos cansados y nuestra piel pide tregua.
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