Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

5 jul 2021

Infierno Veraniego

Hasta ahora habíamos tenido medio suerte con las temperaturas, quiero decir que habíamos pillado calor pero no demasiado, insectos pero no demasiados, tormentas ocasionales, fresco a ratos pero después de este fin de semana puedo asegurar de forma asertiva que el infierno ya está aquí. No fue hasta la mañana del viernes cuando Ula y yo decidimos que iríamos a Tamajón, simplemente porque pensamos que es donde al menos se podría escalar algo. Por escalar, se puede hacerlo en casi todos lados de noche pero yo me levanto cada día a las 6:45h y en el mejor de los casos siempre duermo mal por culpa de la hijaputa de la vértebra. Por tanto, para mi la escalada nocturna no es opción, mis biorritmos y ojos funcionan mal de noche para escalar.

Esa misma tarde de viernes me llamó Luisito Canijo para conocer nuestros planes, yo se los comuniqué y él me dijo que vendría el sábado por la mañana acompañado de Álex Secre para escalar con nosotros. Ese mismo día, mientras desayunábamos no me esperaba que escalaría tanto y es que como decía antes, se medio dejó todo el día y acabamos muertos. Unos más que otros, Luisito no me escuchaba cuando le decía que todavía podíamos escalar unas cuantas líneas más y él sólo quería volverse a casa ya por la tarde a morir con dignidad.


Ula en uno de los bloques desplomados donde estuvimos el sábado, por supuesto a la sombra.


Luisito sudaba la cerveza del día anterior pero se entregaba generosamente al esfuerzo.


Álex que está fuerte como siempre ponía los dedos en jaque en todas y cada una de las líneas en las que nos metimos.


 Ula sacaba todo su gestualidad de años de rocódromo polaco en los desplomes de Tamajón.

Luisito seguía poniendo toda la carne en el asador y esta vez le tocaba el turno a "Elías Parda". Llevábamos escaladas 8 líneas y los pegues que dejamos en otras 4 líneas ya más duras. El calor era soportable en la sombra pero a la vez no permitía, al menos a nosotros, pegues intensos a bloques más duros por mucho que lo intentáramos. A eso de las 15 h nos escondimos un poco y descansamos un rato hasta que el cielo se nubló y nos movimos a otro sector a escalar donde ya pasamos la tarde escalando, otras 4 líneas más, y pegues a discreción en otras. A Luisito le empezó a entrar el cansancio y pidió tiempo muerto que al rato se convirtió en final de partido a eso de las 19:30 h. Ellos se fueron, nosotros nos quedamos y pasamos un atardecer tranquilamente disfrutando del viento y el cielo nublado.

A la mañana siguiente, ya el domingo, sólo estábamos Ula y yo y nos fuimos al sector que alberga "El Método" donde por culpa del agua, chupones de hielo y barro no pudimos escalar en todo el invierno y la primavera. Lo que si es cierto es que el domingo era otro día completamente diferente sin viento, sin nubes y con la torratera típica de la zona centro matándonos a calor. Definitivamente, el infierno veraniego ya ha llegado para quedarse.

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