Anda que no se ha notado el fin del estado de alarma porque el viernes pasado por primera vez en mucho tiempo las carreteras iban llenas y lo mismo hoy domingo al volver. Este fin de semana Ula y yo andábamos buscando un plan guapo pero cercano a Madrid porque hoy domingo ella cogía un vuelo a Polonia para estar dos semanas ahí. Durante la semana se terció el plan de ir a Alcolea del Pinar y la verdad que aunque hemos ido mucho este invierno nos apetecía ver a todos eso madriles ávidos de dejar el comunismo y volver a la libertad. Gente como Manu (Ponce, aunque no le guste que lo especifique), Davilo, Yoyes, Dani, Rebeca, María, Radu, Plixo y además Jorge y Diego desde Albarracín. El viernes a las 18h estábamos justo en el punto que Manu me había mandado y muy fiel a su estilo, ahí no había nadie. También me dijo Manu (imaginad su puto tono de voz) - Aparcas, miras a la izquierda, subes a la colina y al otro lado está el muro, 100 metros a la izquierda, 100 metros a la derecha. Pues eso, la típica de Manu Ponce. La mejor forma de subir una colina es todo tieso para arriba y eso lee dije a Ula, ¡Vamos p'arriba!. Yo tampoco soy manco y desde arriba vi el muro, aunque parecía que estaba en Wisconsin. Llegamos al muro y de repente llegan en dirección opuesta todos. Habían aparcado en el parking bueno y habían andado entre nada y menos. ¡Puto Manu! Parece mentira que no lo conozca. Pues a Radu le hizo igual, aunque afortunadamente desde ese momento ya no le volvimos a preguntar nada más teniendo a Davilo que te dice hasta con cuantas raíces te vas a enganchar.
Radu en otra de las líneas más punteras donde estuvimos escalando antes de mudarnos todos a otro pueblo a otros sectores. Finalmente la jornada acabó como siempre, nos despedimos y nos fuimos a dormir a otro parking menos multitudinario y esta mañana nos hemos levantado y he dejado a Ula en el aeropuerto.
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