Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

16 may 2021

Sin Estado de Alarma

Anda que no se ha notado el fin del estado de alarma porque el viernes pasado por primera vez en mucho tiempo las carreteras iban llenas y lo mismo hoy domingo al volver. Este fin de semana Ula y yo andábamos buscando un plan guapo pero cercano a Madrid porque hoy domingo ella cogía un vuelo a Polonia para estar dos semanas ahí. Durante la semana se terció el plan de ir a Alcolea del Pinar y la verdad que aunque hemos ido mucho este invierno nos apetecía ver a todos eso madriles ávidos de dejar el comunismo y volver a la libertad. Gente como Manu (Ponce, aunque no le guste que lo especifique), Davilo, Yoyes, Dani, Rebeca, María, Radu, Plixo y además Jorge y Diego desde Albarracín. El viernes a las 18h estábamos justo en el punto que Manu me había mandado y muy fiel a su estilo, ahí no había nadie. También me dijo Manu (imaginad su puto tono de voz) - Aparcas, miras a la izquierda, subes a la colina y al otro lado está el muro, 100 metros a la izquierda, 100 metros a la derecha. Pues eso, la típica de Manu Ponce. La mejor forma de subir una colina es todo tieso para arriba y eso lee dije a Ula, ¡Vamos p'arriba!. Yo tampoco soy manco y desde arriba vi el muro, aunque parecía que estaba en Wisconsin. Llegamos al muro y de repente llegan en dirección opuesta todos. Habían aparcado en el parking bueno y habían andado entre nada y menos. ¡Puto Manu! Parece mentira que no lo conozca. Pues a Radu le hizo igual, aunque afortunadamente desde ese momento ya no le volvimos a preguntar nada más teniendo a Davilo que te dice hasta con cuantas raíces te vas a enganchar.


Jorge se puso a tope desde el primer momento, ya que si algo se le da bien escalando es la arenisca.


Manu, el inefable organizador del evento, dándolo todo en una de las top lines del muro como buen potrillo salvaje que es.


Diego en la salida de una de las mejores líneas, que como casi todas eran entre picantes o turbias. Cuando anocheció Radu, Ula y yo volvimos a nuestro trekking porque las fuegos estaban lejos y teníamos que ir al parking donde estaba todos pero por sorpresa nos indicaron que podíamos andar por todo el barranco sin tener que subir. Otro detalle omitido por Manu y cambiaba de forma estrepitosa la película entonces, ya que el camino pasaba a ser un pateo agradable. La noche transcurrió entre los que cenamos y nos fuimos a dormir a una razonable y los que dieron la brasa hasta las 4 de la madrugada. Al día siguiente fuimos en un pequeño comando Radu, Plixo, Ula y yo a unos bloques cercanos al parking que conocí con Davilo y Manu hace 6 años y los recordaba interesantes.  Ahí estuvimos escalando en la tranquilidad que te da salir de la muchedumbre.


Ula en una buena arista muy agradable para calentar.


Plixo en una de las mejores líneas del sectorcito cercano al parking.

Radu en otra de las líneas más punteras donde estuvimos escalando antes de mudarnos todos a otro pueblo a otros sectores. Finalmente la jornada acabó como siempre, nos despedimos y nos fuimos a dormir a otro parking menos multitudinario y esta mañana nos hemos levantado y he dejado a Ula en el aeropuerto. 


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