El martes por la tarde Ula y yo nos acercábamos buscando el fresco al ya clásico bloque de verano en El Ventorrillo donde habíamos quedado con Diegote y más tarde con Maikel Mantel, pero además nos encontramos tiramos a Toño que andaba por ahí escalando con sus hijos. La verdad es que a nivel social fue muy buena tarde porque hacía meses que no veía a ninguno de estos amigos y el encuentro fue divertido.
La tarde fue como las habituales ahí arriba, a ratos bochorno y al atardecer el viento traía el esperado descenso de las temperaturas. La tarde transcurrió sin mucha historia, no da para mucho cuando llevas yendo todos los veranos una o dos tardes. Lo único asegurado es que habrá temperaturas con 10º C menos de lo que haya en Toledo.
Ula usando uno de sus mejores recursos, talón y apretón en una de las clásicas líneas de este monobloque pero con por lo menos, fijo que más, 10 líneas de todo tipo.
Toño también con el talón no acusaba la inactividad del confitamiento.
Diego como siempre contundente y eficaz tampoco ha notado los meses de parón.
Ula y Cooper tenían asuntos que tratar en la red. La tarde dio poco más de si y quizás lo mejor fue el reencuentro con los amigos con los cuales no escalaba ni veía desde antes del patón que nos tuvo a todos en casa más de dos meses.
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