Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

23 jun 2020

La Nueva Normalidad

El pasado viernes fuimos de nuevo a Castillo de Bayuela Ula, Javi y yo a pasar el finde y nos juntamos con Eva y Daf para hacer una visita de tarde al Mirador. Ya se notaba el calor que venía, aunque nada que ver con hoy, así que el sábado anduvimos algo perezosos y después de tanto confitamiento y fases pensamos -¿Y si (sábado) a medianoche nos vamos a la plataforma de Candelario y subimos a Hoya Moros hasta el martes? Y Ula aceptó, entonces ya sólo me quedaba tirar para arriba con mi vértebra independentista. Dicho y hecho, el domingo por la mañana tras saludar a todos los salmantinos que andaban por la plataforma, nos encontramos incluso a Chuchi, nos pusimos a empalmar la Nueva Normalidad con la vieja. Una vez arriba nos pusimos a comer algo y a descansar para empezar a escalar algo por la tarde.


Ula en "Paso de Altura", una bonita línea en un bloque excepcional.


Calentando en la "La Fisura Ciega" (Foto de Ula), íbamos buscando los bloques que estuvieran a la sombra.


La última vez que estuvo Ula hace dos años tuvo una lucha personal contra "El Explorador" y el domingo por la tarde la repetía con el mismo resultado, aunque sin crisis esta vez.


Vida de Hotel Cimata y eso... (Foto de Ula). A destacar el reflejo de las gafas, rocas y piedras.


Ula en "Sin Salida" ayer lunes. Hay pocas fotos pero es el handycup de ir dos personas con dos colchonetas, o porteas o disparas y el porteo vale su peso en oro en este sitio.


Cooper en momento centrifugado después del enésimo baño de ayer, donde se empezaba a notar el fuerte calor.


Ula regresando al Cimata ayer después de una dura jornada blocando donde dijo -Paso de escalar más con moscas-. Sin embargo no era consciente de la plaga que se nos venía encima y es que en cuanto empezó a atardecer salieron todos los insectos del mundo en bandadas que se veían volar por las praderas. Lo pero estaba por llegar, doy mi palabra de honor que en mi vida he estado en este sitio con tantos bichos a todas horas las hordas de mosquitos que nos brearon aprovechando que el calor te hacía abrir el saco. Imposible dormir (con una camiseta en la cabeza sólo sacando la nariz), parecía una competición de motocross. Pero ya sabemos, lo que la Hoya te da la Hoya te lo quita, y este lugar a pesar de esta explosión de naturaleza es top.

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