La semana pasada estuvimos meditando a cerca de la posibilidad de ir a Hoya Moros este fin de semana y finalmente la previsión meteorológica fue mejorando y aunque se esperaba mucho frío al menos no había problemas de lluvia. Así que Manu, Indi, Lidia, Marco, Jorge y yo subíamos hacia un Hoya Moros en formato ártico pero con un tacto brutal donde buscábamos escalar al sol. El viernes llegaba antes que se hiciera de noche al Cimata y disfrutaba de un tiempo solo con todo el valle para mi.
Sin embargo, empezó a entrar un viento helado y una niebla que no dejaba ver 2 metros hacia delante y el resto del Equipo Peletero no había llegado. Finalmente, con algunos apuros llegaba el resto del team bastante desorientados y porque todos ellos son auténticos expertos en la materia porque otros no habrían llegado con esa nula visibilidad.
Desayuno buscando el sol y a ras del viento helado para llenarnos de calorías y empezar la jornada pasado mediodía cuando el sol empezaba a calentar algo.
Lidia en "Duende Verde"empezando la jornada con un calentamiento clásico para empezar a sentir los dedos.
Marco elegía "The Wall" para empezar a escalar bajo la atenta mirada de Cooper y el sol desaparecía y el frío aumentaba. La jornada pasaba a ser un ir de aquí para allá porque andando no pasabas frío y estuvimos haciendo bloques por todos lados en función de lo que le apetecía a cada uno.
Marco quería tachar "Satélite" y necesitó un sólo pegue, así que nos movimos hacia otro de los objetivos de la lista.
Estar en Hoya Moros y no acompañar a Indi a "Portucuco" es como ir al cine sin comer palomitas. Ahora ya sé que tendré que ir al menos una vez más.
En cambio Jorge prefiere resolver las cosas en el momento porque no sabe cuando volverá y de esta forma repetía primero "Portucuco" de pie para recordar la secuencia y luego se hacía bastante rápido con "Portucuco" sit start.
Y como Indi es un animal de costumbres no puede estar durmiendo en el Corral de la Pacheca y no dar unos pegues a su enésima némesis "La Arista de la Pacheca" y esta vez caía de muy alto. Llegaba la hora de recuperar energía y una buena cena caliente con cervezas y vino nos mandaba directamente al saco de dormir.
Tras esperar a los primero rayos de sol, sobre las 10 h, para salir del saco de dormir empezábamos a desayunar y aparecía Talo y su hija Dhana, con los suecos Christer, John, Carolina y una pareja catalana Pol y Cris y yo me unía a ellos para escalar mientras el resto terminaba de desayunar
John se hacía con "Síncope" y un montón de bloques más, algunos duros, al flash todo el rato en modo hiperactivo diciéndome - I'm in love with this place -
Talo también escalaba como si fuera un chiquillo en el parque y se hacía con "Orígenes" muy rápido para luego hacerse con igual velocidad el muro de su derecha. Desde ahí me he enganchado al resto, una vez han acabado de desayunar, y no s hemos ido bajando a la parte baja de la pradera en función de las ideas sugeridas por cada uno.
Manu disfrutaba en "La Gran Placa" pero en ese momento yo estaba a punto de irme y el resto quería ir a ver que se cocía en "Sangri La" por lo que he subido a recoger todas mis cosas después de despedirme y ya sólo pienso en la siguiente vez que subiré a Hoya Moros.
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