Con la temporada de Hoya Moros a pleno rendimiento, la semana pasada hablaba con Indi que ya tocaba pasar un buen finde y Jorge Tost, Lidi y Helena se apuntaban. Nuestro gozo en un pozo y más que Hoya Moros parecía Benidorm durante la primera quincena de agosto. Además, me llevé la desagradable sorpresa que cuando fui a buscar mi crashpad en el lugar donde los dejamos me faltaban dos botes de cerveza, que no son gran cosa pero contaba con ellos y ¡qué coño eran míos!
Sin embargo, en cuanto me senté y disfruté de al puesta de sol esperando al resto del equipo se me fue pasando el cabreo.
El calentamiento empezaba con Lidi en "Duende Rojo" y para allá, sin rumbo fijo.
Helena ponía en práctica sus recursos alpinos con "The Wall".
Clásico ejemplo de convivencia entre una familia de vacas alimentándose y un asedio típico de la zona a "Sinaloa".
Jorge, nuestro winner horse, seguía alimentándose también de joyas como "Anomalía".
Lidia en "Criptex" donde las regletas te hace ver a la virgen y no quiero hablar más de esto.
Indi se citaba a la puesta de sol con "Sangri La", su némesis en la Hoya y ya tiene más némesis que LPs El Fary. Luego se enfrentaba a su otra némesis "La Arista de la Pacheca" con idéntico resultado y la cena con risas finiquitaba la jornada. Hoy nos despertábamos con una invasión portuguesa con el amigo Filipe a la cabeza para escalar los bloques del Cimata.
Filipe en "El Diedro del Techo" antes que empezara a darle el sol. Luego empezaba el calor y decidíamos que quizás era mejor irnos ya, que esperarnos hasta casi la noche porque al fin y al cabo todos trabajamos mañana. Eso si, estos findes son los que me dan la vida.
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