Sábado de julio, semana calurosa donde las haya, pocas ganas de salir a la calle pero aun así ayer hablando con Diego y Manolín quedamos que podíamos hacer una de madrugón en El Ventorrillo y a la hora de comer estar en casa ya.
La verdad es quien conozca la zona, El Ventorrillo no ofrece mucha variedad ya que hay un bolo y medio con unas cuantas líneas y cada vez más combinaciones y variantes y lo mejor es que estás en una ladera que por la mañana no pega el sol ¡Y a 1500 m de altitud!
La clásica línea de"El Filo" con unas pinzas muy interesantes y que siempre se disfruta repitiendo. Una cita obligada cada vez que vengo a esta zona, que suelen ser un par de ocasiones cada verano.
Manolín, que hoy salía de trabajar habiendo dormido dos horas, en la línea del muro desde su entrada sit donde rápidamente y con su nervio habitual ha empezado a escalar en apnea hasta que se ha tenido que ir.
Diego en otra de las líneas clásicas que tiene dos pinzas y que parece querer aplastarlas. No había más intención que disfrutar de las horas más frescas del día antes que el sol empezara a calentar.
Manolín en una de las líneas que ha abierto y que ha llamado "La Química del Fuego", ya se sabe cosa de bomberitos y sus movidas. Y es que el tio está fuerte como siempre aunque es verdad que ese bolo es su rocódromo y sitio de paseo con los perros que por cierto Corso ya está mejor de su operación de ligamentos.Sobre las 12 cuando ya empezaba a hacer calor teníamos las yemas listas para cambiar y es que yendo 3 a ritmo da para mucho y más con estos dos que cuando bajan del coche cogen aire y no lo sueltan hasta volverse a subir.
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