Aun sabiendo la que me va a caer es necesario que quede registrado en este cuaderno de bitácora de mi vida y la escalada. El pasado miércoles por la tarde Javi Pec, Julio y yo decidimos que al día siguiente nos íbamos a Hoya Moros para escalar viernes y sábado yo y ellos dos hasta el domingo. El plan era subir por el nuevo camino que ha adecentado Cuco, agradecimiento eterno de toda la comunidad escaladora, para satisfacer a aquellas blandas y blandos que no les gusta la empinada canal y el repecho rompe piernas del clásico Sendero de los Escaladores. Pues un día antes Cuco me lo contó por teléfono y quedamos en que lo entendí todo, o eso creía. Salimos del parking, primera rampa en la que te mientras te arden los gemelos te viene el recuerdo a la garganta de lo último que has comido. Cruzamos el río de la izquierda por la parte indicada bastante arriba y cogemos la autopista del piorno. El plan seguía almacenado en mi cabeza para tenerlo a punto en el momento de ir hacia el camino nuevo. Hitos, desbrozado entre piropos, muy fácil y eso repetía mi cabeza. El problema fue que está tan cerca del otro que anduvimos de más hacia la derecha de la canal y nos empezamos a enriscar. Nos medio separamos un poco porque hice un poquito más la cabra y ellos encontraron ya más arriba el famoso camino. Yo tuve que pensar fríamente que el camino más corto entre des puntos es la línea recta. Mi instinto e innumerables visitas y más tarde unos hitos de un proyecto de camino por el cual bajé una vez con Cuco y que sabía que a malas llegaría ahí me dejaron en la pradera del arroyo que lleva al "Atila". Cada sentadilla que hice para subir en plan cabra de una roca a otra me dejaron las piernas como a Clara, la amiga de Heidi. Por arriba a la izquierda llegaban algo más abajo del hito cimero los compinches Javi y Julio que habían encontrado el camino por la parte alta y acudían a la puerta de embarque.
Conclusión principal, si yo soy científico y la primera norma de los científicos es si todo va bien no toques. A mi el Sendero de los Escaladores me encanta y este de al lado que lo cogí bajando me parece que es lo mismo. Vamos a ver, si hay que subir una loma para bajar al valle, hagas lo que hagas subirás y luego bajarás. A mi favor, diré que estoy a acostumbrado a que unos me dicen 200m y son 900m, como Manu Ponce, y otros dicen 200 m y suelen ser 50 m, como la mayoría. Luego están Davilo y Radu que afinan tanto y aportan detalles tan ultratécnicos que llegas a los sitios como con GPS y ahora parece que Cuco es uno de ellos también. En fin, embarque guapo, risas y reventón para ponerle emoción.
La luna sobre la cuerda de Los Hermanitos, la verdad es que las puestas de sol, la luna y más tarde las estrellas nos ofrecen unas noches tan especiales como los días.
Julio calentando en "The Fly" y buscando siempre la sombra porque sabíamos que venía una apestosa de ola de calor de nuevo y las temperaturas ascenderían más de lo tolerable.
Javi Pec a pesar de ya tener "Atila" en su lista no regateó en esfuerzos haciendo de liebre a su cachorro Julio. Yo como siempre, NMMC (No Muevo Mi Culo) tumba hacia el lado que gusta a los que escalan en Cuenca. Aprovechamos que la sombra era fresca entre las dos rocas enormes que forman este conglomerado de bloques e hicimos Javi y yo un par de sextos que no habíamos hecho nunca "Vascotello" y "Gengis Khan". Con todo el calor d ellas horas centrales del día encima decidimos ir hacia abajo el río y de repente ahí abajo no soplaba tanto viento pero aun así nos quedamos a comer algo en "El Explorador", eterno proyecto de Ula.
Julio estaba en modo matador y en poco pegues se hacía con "El Explorador", otro de los clásicos. El único problema que tiene este tío ahora mismo que alguien le dijo que el peinado que lleva mola, seguramente su novia. y suele ser así.
Javi tenía una deuda pendiente con "El Techo del Vivac" desde su primera visita y aprovechando la gran sombra que hay ahí al final del día dijo la famosa arenga -¡Venga, vamos si hasta Charly lo tiene! Parece ser que la gente cuando necesita motivación piensa en mi. Aunque quizás no sea la interpretación correcta de esa arenga. Apareció Octavio que lleva un mes ahí para empezar a escalar justo cuando recogíamos para ir a cenar. Nos esperaba el famoso pollo empanado de Julio, aunque la verdad es que se lo prepara su madre. Eso es pollo empanado de madre y no de espantapájaros.
Cooper patrullando en modo salvaje en Hoya Moros, siempre es un placer ver como disfruta. El sábado por la mañana aparecía Jesús y se unía al grupo y algo más tarde Octavio madrugaba y también se nos unía. El objetivo era pasar el mínimo calor posible y tener la mayor superficie posible de sombra.
Jesus que hacía el encadene del día en "Orígenes", no por que sea extremadamente duro sino porque con el calor que hacía arriba no le quedó otra que hacer una escapada hacia arriba y cogía el top cayendo. En cuanto las sombras desaparecieron nos metimos donde pudimos y comimos, bebimos y descansando y a eso de las 16h me subí hacia La Pacheca a recoger el resto de cosas y volver hacia la furgo porque tenía que estar a las 23h en Madrid para recoger a Ula que volvía de Polonia vía Valencia en AVE. Spoiler, había cortes por la marcha del Orgullo Gay, ¡Viva! Y nada más que decir. Al final nos hemos reído mucho a pesar que durante el embarque haciendo la cabra montesa cargados con todo me querían matar. El día después dio mucho juego para las risas y siempre es un placer escalar en Hoya Moros con amigos y también ver a Cuco al cual vemos una o dos veces al año.
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