La verdad es que el confinamiento a nivel autonómico al que nos vemos sometidos los toledanos tiene como punto negativo que no puedo ir a muchos de los sitios que me gustan, pero como positivo tiene que somos 5 provincias en la comunidad autónoma. Así que este fin de semana tocaba arenisca de Alcolea del Pinar en Guadalajara donde nos reunimos Ula y yo con Lega, Nuria y Toni el viernes pasado por la noche. Cuando llegamos por la noche hacía un frío de pelotas acompañado de un viento, cierzo, que no dejaba ni pensar cuando estábamos fuera de las furgonetas por lo que pensábamos en el día siguiente con algo de miedo.
El día amaneció soleado y nos fuimos al sector Barbizón donde estuvimos disfrutando de la buena temperatura por la mañana al sol. Lega se activaba rápidamente mientras Nuria buscaba císcalos, a la que luego se le unió Ula y trajeron una buena cantidad que engullimos para cenar.
Ula sacaba su juego de pies en el farallón del sector donde hay unas buenas líneas de arenisca roja que la primera vez que las vez piensas que te has equivocado de sitio y estás en Albarracín. La jornada transcurrió intensa, apretón tras apretón hasta que una hora de antes de anochecer nos movimos al sector Clásico.
Ula decidía que éste era su último pegue a la última línea cuando llegaba la Golden Hour, la puesta de sol en castizo.
Ambiente relajado con los últimos rayos de sol y sobretodo porque pensábamos que en cuanto desapareciera el astro rey venía el frío de cojones. Cuando esta mañana nos hemos despertado a las 9 estaba todo escarchado pero la ausencia de viento y la presencia del sol rápidamente hacían que entráramos en calor al ritmo de la primera cafetera.
Hoy teníamos como recomendación de Radu y Manu acercarnos al sector 211 y como nosotros somos muy amantes de conocer zonas, sectores y bloques nuevos les hemos hecho caso y ha valido la pena.
Toni en una de las líneas que hemos hecho en el bloque, al final el sector es una gran plancha desplomada, donde hemos estado disfrutando de este rocódromo que nos ha proporcionado la naturaleza.
Ula también se ha empleado a fondo en el desplome, siempre buscando su beta pero al final se ha dado cuenta que más o menos había que apretar con todo.
El grado de desplome del bloque hacía que a veces sino ponías toda la tensión corporal en la mesa hicieras algún escorpión de cuanto en cuanto, como Lega en esta línea.
Toni mostraba su habitual grado de ingravidez y perdía pies y aguantaba como un jabato en cada una de las líneas que hemos probado y hecho.
Ula en una foto donde se aglutina su Santísima Trinidad: móvil, Cooper y sol. Bueno, el finde no ha dado para más y mi cuerpo tampoco ahora sólo me queda trabajar esta semana mañana lunes porque el lunes por la tarde me vuelvo a Alcolea donde esperan Toni y Lega para pasar la semana.
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