Como es habitual cada verano y ya hace bastante de esto, siempre hay un día en el cual Lega y yo nos acercamos al bloque de El Ventorrillo, que no es más que un bloque con unas cuantas líneas y bastantes variantes. Ayer, no sólo Lega y yo cumplimos con la peregrinación anual sino que también los Arija brothers Dani y Chiqui, además de Julio, Cat, Dorelia, Luisito y Lahn se acercaron para intentar pasar una tarde de escalada por debajo de los 30ºC que es loq ue suele pasar ahí, a 1500m de altitud.
Chiqui si hizo algo bien ayer fue hacerse con todas las líneas y ya no tiene que volver nunca más, ventajas de estar fuerte.
Lega partiéndose los dedos con las regletas de una de las mejores líneas del bloque.
Dorelia se puso seria y se metía en el bolsillo, en el de sus shorts de adolescente en celo no le cabía, esta bonita línea de muro vertical con regletas camufladas entre el musgo y el liquen. Al final pasamos una tarde de risas en la cual estuvimos escalando en unas condiciones que no imaginábamos cuando salimos de casa y es que El Ventorrillo nunca defrauda una tarde de verano.
¡Julio echa una rebequita en el macuto! le dije antes de salir y se rió de mi. Suerte que me hizo caso.
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