Resulta que estos días circula sobre la península la tormenta Ana que va dejando lluvia y viento por ahí donde pasa y sin embargo, dicha tormenta no ha tenido en cuenta que hoy era lunes y por tanto día de boulder. Ni cortos ni perezosos nos hemos acercado Lega y yo nos hemos acercado a la oficina, ya libre de restricciones, concretamente al sector Mirador donde queríamos finiquitar unas líneas que limpiamos en verano y que no habíamos podido encadenar aun por falta de condiciones. Rodri que andaba sin rumbo fijo por el pueblo se ha unido a la juerga y nos hemos subido los 3 con ganas de escalar hasta que la lluvia nos dejara y aunque ha estado chispeando un buen rato hemos estado escalando hasta que se ha hecho de noche. Ahí ya empezaba a llover más seriamente y nos hemos podido alargar mucho más la jornada. Tras un par de bloques para calentar nos hemos dirigido directamente a nuestros dos objetivos pero nos encontrábamos con que la parte de arriba estaba mojada ya que la noche anterior había caído una buena chupa de agua.
Lega en "El Mirador" donde hemos repetido en trenecito este bonito bloque ya que estábamos cerca y necesitábamos un plan B.
Rodri en "Gusiluz" que de repente pasaba a ser el objetivo de la tarde o mejor dicho, el objetivo era tratar de matizar los movimientos y menos el primero de ellos, la cosa no ha ido mal.
Lega en "Gusiluz" desde otro punto de vista de esta bonita y dura línea con dos movimientos iniciales que lo son todo. Dos brazadas con arqueos hasta coger un canto decente, todo concentrado en esos dos movimientos iniciales. Desde ahí, bajo un chispeo incesante nos movíamos a una placita fácil y poco conocida al lado donde repetíamos la bella fisura "Hall of Fame" y ahí ya de noche bajo una cortina fina de agua nos volvíamos al coche y desde ahí al bar. Lo hemos intentado y durante nos dos horas la tormenta Ana nos la pelaba.
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