Pues el fin de semana en El Escorial ha sido como dice el refrán, una de cal y una de arena. Yo nunca he sabido cual es la buena de las dos pero si debo precisar ayer fue mejor día para blocar que hoy. Y aunque ayer no fuera la re-hostia, hoy si que puedo afirmar que ha sido un asco porque hacía más calor, había más sol y más moscas. Vayamos por partes, ayer por la mañana nos juntábamos David, Natalia, Manu, Fon y yo para tratar de escalar algo. Aunque no hacía mucho calor, el día no invitaba a más que tratar de sobrevivir así que estuvimos haciendo bloques desde arriba del bar en sentido descendente, siempre buscando la sombra. La mañana no tuvo mucha historia y acabamos con Fon y David cepillando un nuevo proyecto con bastante ambiente.
Natalia en "Corazón de Garbanzo" donde nos dio una lección y nos enseñó lo fuerte que está. Cada años vas más fuerte, en breve la vemos en las revistas.
Manu que se hacía con este espolón que seguro que estaba abierto y tiene un nombre pero no se debe repetir mucho por lo escondido que se encuentra. Tras una buena ronda de bloques y ya a la hora de comer, con Natalia exigiendo comida y de salado, nos fuimos a Villalba al cumple de Bichi con LuisPa también de anfitrión. La madre de todas las celebraciones en la Dehesa de Villaba, con un cattering excelente. Con la tripa llena de los buenos manjares Fon sugirió ir a acabar de cepillar un blocazo que tiene fichado en Villalba y al llegar ya vimos que era un proyectazo duro, bastante alto y con carácter. Ahí anduvimos al atardecer con Fon probándolo en top rope. La cosa promete.
Ya de noche yo me fui con Fon a su casa donde estuvimos cenando con la compañía de Sara y sus hijos hasta que nos fuimos a dormir. A Manu lo perdimos en combate en las fiestas de Morzalzarzal. Ya hoy por la mañana desayunábamos y nos volvíamos hacia los bloques Fon y yo pero nos encontrábamos con mucho más calor que el día anterior y encima la siempre desagradable compañía de las moscas del bosque.
Fon en "El Jabalí" uno de los bloques que hemos estado haciendo hoy en nuestro tratamiento de las lesiones hasta que el calor y las moscas nos han hecho desistir. Hemos finalizado con un refresco en el bar y cada uno a su casa. La verdad es que empiezo a echar de menos de verdad el frío. Estoy ya algo saturado del calor.
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