Lo que te da y encuentras en La Pedriza difícilmente lo encuentras en otro lado. Este fin de semana como tenía la furgoneta en el taller tocaba incursiones de las que se hacen en el día, como los comandos. ir, atacar y volver sanos y salvos. Luisito Canijo y Radu aceptaron de muy buen agrado nuestra sugerencia de ir a La Foca ya que Ula no conocía ese sector que por otra parte es famoso por albergar auténticas joyas perdieras. La aventura comenzaba con una parada técnica en Casa Julián para tomar algo y saludar a Javi, al cual hacía mucho tiempo que no veía. Luego, en procesión dominguera subimos cauce arriba del manzanares por la orilla derecha hasta que legamos a La Foca y nos pusimos a escalar. Tras un buen calentamiento, escaso y con bochorno, nos dirigimos hacia uno de los objetivos del Radu, el "Bruster".
Radu dándolo todo en "Bruster" donde el bochorno pretormenta no le dejó hacer lo que él quería, que no era otra cosa que tacharlo para poder arrancar la página en la guía.
Luisito Canijo estuvo muy arriba en "Robin" unas cuantas veces pero el romo clave no dejaba hacer muchas cosas más que sujetarse para no caer.
Radu también peleó en serio contra los elementos en "
Robin" pero el romo, ese romo...
Ula en "Robin", que cuando llegó y lo vio por primera vez dijo -¡Hostia, es más alto de lo que pensaba!- Estuvimos un buen rato en este hermoso rincón y también Radu probó "Melancolía" pero ante la falta de tacto por bochorno decidimos subir un poco más y acercarnos al "Jardín de mi Casa" otra de las líneas que les sugerí a los 3.
Luisito, maestro regletero desde 1999, tardaba más de lo esperado pero al final se hacía con
"Jardín de mi Casa".
Ula también usaba uno de sus puntos fuertes, arqueen regleta, para meterse en el bolsillo "Jardín de mi Casa" y de su boca le salía un -¡Golazo Radu!- Nada más que decir. Desde ahí subimos a primero a "Macaulay Culkin" para que Radu se enratonara y luego ya hacia "Mecánica Celeste" donde no quedaban yemas ni fuerzas pero quería que Ula lo viera y de hecho sé que me tocará volver.
Volvimos siguiendo el río hacia abajo por la orilla derecha y cuando llegamos abajo no había puente de troncos por donde cruzar y tuvimos que atravesar por donde pudimos el Manzanares que parecía el Yangtsé tras los monzones, con un cauce y una corriente inesperadas además de una temperatura que te dormía las piernas. Un buen final para un día espléndido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario