Climbing with Dr. Sputnik

Aquí se hablará de la vida, de lo humano y lo divino, de lo natural y lo metafísico, pero por encima de todo, con HUMOR.

21 jun 2021

Acierto Total

El jueves por la tarde hablaba con Davilo sobre donde ir a escalar el finde y los dos llegamos a la misma conclusión. el único sitio donde probabilísticamente se podía escalar el sábado sin mojarnos una vez habiendo consultado toda clase de oráculos meteorológicos era en Campisábalos. Es cierto que ver a Davilo escalando fuera del granito y la arenisca es más difícil que ver a un perro verde con antenas pero dijimos, ¡OK pues nos vemos ahí! Ula y yo salimos el viernes y llegamos a la zona con granizo y tormentas bestias pero el sábado amaneció perfecto y Davilo junto a Matos, Rafita, Suyapa, María y Gonzalo acudieron a la cita tal y como Davilo me dijo. Nos encontramos en el sector Principal y ahí empezamos una larga jornada de escalada donde tuvimos fresco, viento, sol y sobretodo buen ambiente de escalada todo el día hasta que ya a las 20h no quedaba piel para más y aun quedaba el domingo, con previsión meteorológica incierta.

Ula tras un buen calentamiento daba buena cuenta de la la línea del centro del desplome con un gran agujero característico que hay más arriba.

Sandro que siempre es el aliado en la zona acudía presto a su sesión de Boulder de finde con la seguridad y confianza del que juega en casa.

Ula por un lado tachaba líneas y por el otro encontraba nuevos proyectos y así tener la excusa para volver pronto.

Matos en su primera visita a la zona se encargaba de meterse en el bolsillo las líneas principales con las que tiene que hacerse cualquiera en su primera visita.


Entre tantos pegues en metralleta y a discreción, Ula aprovechaba con Cooper el descanso por temperatura de a mediodía para recargar los cargadores del Kalashnikov.

Davilo seguía anotándose todo lo que no tenía, ya suele ser difícil, pero aun le quedaba temario del bueno. El día concluía con un reventón interesante y nos retirábamos a la zona de acople, rebautizara como Campi 4, para celebrar el cumpleaños de Rafita y sobretodo para recuperar las energías perdidas durante todo el día. Llegaba la hora de dormir y estábamos pendientes de la meteorología como Damocles lo estaba de su espada. El domingo amanecía con tormentas a discreción, llovía, paraba y así en bucle. la mitad del equipo desaparecía pero llegaba Toni como nuevo fichaje y volvía Sandro buscando más guerra. Finalmente bajo la lluvia Davilo, Ula, Toni, Sandro y yo decidimos que nos íbamos a escalar a Grado de Pico y a ver si podíamos contar con la protección del cañón boscoso de la zona.

Davilo en acción en modo exterminador para acabar con todas las líneas que le quedaban por hacer. De nuevo la apuesta fue un acierto total puesto que estuvimos en el muro del "Gran Torino" y ahí hizo exactamente lo mismo que en el Campi 4 pero pudimos escalar. 

Cooper se tumbaba al sol y eso es señal que se estaba bien, aunque a ratos el viento y las nubes incomodaban a algunos, los más frioleros, pero no a Davilo y a mi que somos bisontes de frío. 

Ula vestida con toda la ropa que llevaba se ponía seria y encadenaba la famosa línea que va un poco en travesía hacia la derecha para luego subir recto farallón arriba.


Davilo seguía acumulando líneas que no tenía. Da lo mismo cuando leas esto porque es a lo que se decida. Tiene el Síndrome de Diógenes bloquero y acumula líneas sin ningún tipo de conocimiento.


Ula todavía tenía un pegue para salir por arriba de esta otra línea característica que por la mañana no salió por arriba porque estaba mojado. Tanto es así, que a eso de casi las 19h dijimos ¡Ostias!. Ula y yo cogimos la furgoneta y nos fuimos de vuelta a casa porque aun nos quedaban 3 horas hasta casa, si todo iba bien.

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