Escapada a Hoya Moros

El amigo Lega me dijo que quería conocer Hoya Moros y que tenía unos días entre viaje, trabajo, viaje, colada y otro viaje. Así que tiré de Ingenieria de Calendario y saqué un par de días para compañarlo y enseñarle algo, partiendo de la base que no soy un local de la zona.
El martes después de salir del trabajo partimos hacia la zona y una vez compradas las últimas cosas imprescidibles en el bonito pueblo de Candelario llegamos al sitio de dejar el coche y empezamos la peregrinación hacia el precioso circo que conforma Hoya Moros.



















Subida con lo imprescindible para el momento del año en el que nos encontramos que tiene que incluir prendas para frío-calor.



















Los Hermanitos presiden el circo con sus líneas majestuosas para quienes las sepan ver, ellos si son los verdaderos residentes de Hoya Moros. Ahí arriba del valle nos encontraríamos con Edu, Miguelu, Perfiles, Borja, Jesús y Román que habían llegado esa misma mañana.
Una vez recuperados de la subida, que debo mencionar esta vez me ha parecido mucho más cómodo y corto, unos minutos de desudoración y nos pusimos a escalar un poco.



















Lega en "Kinkal Crack" desplome regletero y fisurado situado en un rincón precioso. Al rato ya empezó a anochecer y nos movimos hacia otros bloques más cercanos al sitio donde dormíamos, el archi-conocido vivac del Corral de la Pacheca.
Lega que parecía que iba sobrado de fuerzas se metión un codo a codo con Edu en el bonito bloque llamado "Trepariscos". De noche, con frontales, mano a mano pero la verdad es que si bien las condiciones de temperatura eran oóptimas, las de visibilidad no tanto y el hecho que se trate de una roca tan policromática dificulta ver las presas de noche con las luces del frontal.
























Lega en el filo desplomado del bloque llamado "Trepariscos". No tardamos mucho en volver al vivac donde una cena reparadora nos dejó listos para lo que un pfrancés llamaría après-escalade. No hace falta traducción en este caso.

























Al día siguiente un agradable despertar con las vistas del nacimiento del río Cuerpo de Hombre mientras desayúnabamos y decidíamos sobre por donde empezar la jornada bloquera.
Perfiles y su asignatura pendiente decantaron la balanza hacia "El Flautista de Cimata", al cual nos acercamos a que tanteara de que estado de humor se encontraba este año.
Un calentamiento por los bloques de la zona y una nueva adquisición para Lega, de forma rápida y efectiva, llamada "La Fisura" nos hizo ver que ya estábamos en disposición de asumir retos.
























Lega en "La Fisura", una bonita línea que surca el techo por la fisura de izquierda a derecha. El sol apretaba ya pero Perfiles con su gorro de granjero local se puso manos a la obra.
























Perfiles en el paso de entrada de "El Flautista de Cimata" en la enésima vez que lo probaba. Se requiere un buen bloqueo de brazo derecho que en caso de no conseguir el bloque habrás hipotecado tu día.


















Lega en "El Flautista de Cimata" desde otra perspectiva.



















Calor insoportable y encima en altitud, que junto a lo agresiva que es la roca obligó a una comida y siesta reparadoras en una búsqueda de sol y sombra para contentar a todos. Las horas centrales están reservadas a escaladores duros, recios, con manos de cuero curtido y ganas coger una insolación gratuita. Tras la siesta, entrar en acción y directos al "Explorador" que es una línea interesante con unos cantos dolorosos.
























Lega en el "Explorador" donde la sensación de carne picada se tiene muy presente en las propias manos. Nos movemos al lado, a 5m, donde se encuentra un bloque con una buena trilogía de la cual nos interesa "Confussion". Sólo Edu progresa adecuadamente, como dicen en los colegios actualmente.



















Edu progresando en "Confussion", una línea de las mejores en su dificultad. Mientras tanto Miguelu se mantenía despierto pensando en su tarea, que era nada más y nada menos que "El Legado" que en sus propias palabras describía la línea como "un estárdar de su grado en el valle".



















Miguelu en acción en "El Legado" donde le dió un pegue buenísimo y estuvo a punto de salir por arriba, tan sólo un fallo en el movimiento de pies le impidió conseguir su premio.



















La jornada finalizaba con un atardecer lunar, y una cena con su après-escalade para no perder el ritmo con vino, risas, y...
Al día siguiente, ya solos Lega y yo nos hemos encontrado todo el valle para nosotros, con una sensación de libertad que hacía tiempo que no tenía, casi desde mis épocas en las que recorría medio mundo escalando en las mejores paredes.
Un buen desayuno y rápidamente a calentar antes que el solazo se nos venga encima de nuevo. Unas cuantas líneas cercanas al vivac y hemos bajado ya con todo para ir haciendo paradas por el camino en los bloques seleccionados en nuestro menú personal.



















Lega en la travesía llamada "Brutal Total" en la que hasta los cantos gordos mordían como pirañas.
Finalmente cuando el calor ya apretaba hemos decidido volver hacia el coche y de regreso a casa. Demasiadas horas a mediodía donde el calor no te deja escalar, de hecho lo mejor es escalar por la tarde.
Aun así, he vuelto feliz, relajado, cansado y con las manos como un desactivador de explosivos cuando tiene un mal día en el trabajo.

Mañana tendré yo un mal día en el trabajo.